Ahora que comienza el nuevo curso escolar, remontarnos al pasado de la enseñanza en Peñaflor. Este es atravesar un tortuoso camino en el que la educación de este pais se ha ido estancando a lo largo de las épocas. Es sabido que en la edad media ni siquiera los nobles y los mismísimos reyes sabían siquiera leer, y no eran sino los religiosos los que atesoraban el don de la lectura y escritura. Ellos eran los que decidieron o no conservar muchos de los saberes ancestrales escritos en latín y en aquellos incunables libros becerros de protocastellano.
Hasta la llegada de la imprenta, lo costoso de la producción de libros, tanto en precio del material como en el tiempo necesario para copiar a mano el conocimiento, hacían inviable el avance en la alfabetización. ¡Y pensar que fuimos la vanguardia del conocimiento y teníamos la mejor biblioteca de Europa en la Córdoba andalusí! La época oscurantista del medievo cristiano y la enorme censura de textos heréticos (lo eran todos los que no versaban sobre textos religiosos y obras pías) acabaron con todo el avance conseguido hasta entonces.
Llegado a la Edad Moderna, el Renacimiento (s. XV-XVII) con el poderío imperial español y, sobre todo, con el Siglo de las Luces (s. XVIII) en que se comenzó a vivir un periodo de esplendor y aperturismo (pensamiento humanista e ilustrado) en todos los campos y un deseo de prosperar que en nuestro pueblo se reflejó en todas las construcciones monumentales admirables aún hoy en Peñaflor, así como la creación de hermandades y el florecimiento general. Esta revolución cultural coincide con la llegada, o mejor dicho el traslado, de la comunidad franciscana del Convento de San Luis “del monte” a los terrenos del nuevo convento que cedería el marqués de Peñaflor. El cenobio se erigió abrazando la que por entonces era la aislada ermita de Jesús Nazareno.
Allí, vivieron gran cantidad de franciscanos “tantos como sitiales del coro dispuesto en la iglesia parroquial para su misas cantadas” y fueron ellos los que iniciaron la actividad asociacionista de hermandades y cofradías que darían lugar a las de Ntra. Sra. de la Encarnación, la Virgen del Carmen o el Santo Sacramento, entre otras. Estas formaciones, aunque dispusiesen de imagen, no tenían asociada un constituido grupo de fieles y deseaban, entre otras cosas, procesionar por las calles de nuestro pueblo.
Pero además de toda esta actividad y compromiso social y religioso, el cabildo de nuestro Ayuntamiento vio la necesidad de crear una cátedra de gramática, petición que hicieron en 1759 al propio Marqués de Peñaflor, que es quien tenía potestad para nombrar los cargos públicos bajo su jurisdicción. Así lo ratifica y finalmente consiguen ponerlo en marcha gracias a un religioso, que hace de maestro de primeras letras, y la aportación del propio cabildo para abastecer la limosna necesaria para mantener con perpetuidad dicho puesto.
Encontramos el solemne acto en el archivo municipal, concretamente en el legajo 3 de libros de cabildos, celebrando dicho cabildo el día 7 de marzo de 1759. Paralelamente podemos encontrar una copia de la ratificación de este acuerdo en el Archivo Parroquial, que nos corrobora la necesidad y la disposición para llevarla a cabo.
Para sufragar los gastos acordados el cabildo vende cierta cantidad de trigo del pósito municipal y encarga a prior de la ermita de los Ángeles, casa matriz franciscana a la que pertenece nuestro convento, a proveer del religioso que ocupará la nombrada cátedra.
1
“Juan de los Rios, Juez Público y fiel de justos de esta villa de Peñaflor y vecino de ella, doy Fe que en Cavildo celebrado en este Ayuntamiento en este día, consta que por el Sr. D. Joseph Diaz de Aguilar y Ábalos, correxte en actual en ella se hizo manifestación de una carta al parecer servida a los siete de este presente mes y año por el M. R. P. Fr. juan Alfaro Coronada Ministro Provincial de la los Angeles dirigida a manos del Muy solemne Sor mi Sor el Sor Marques de esta Villa, la que habla en razon de poner perpetuamente un religioso en este combento de Sn. Luis para que eduque y enseñe la Gramatica a los hijos y naturales de esta Población o a los que del agrado de esthos Ses. Marqueses mis Amos fuesen, la que abiendo sido leida de Verbo ad Verbum i instruidose de su Conzenzo â cordaron por sí y en presencia de los demas Capitulares que respectivamte cada uno en su tiempo lo fuesen por quienes prestaron condicion en forma que luego que fuesen puesto en este Comv.to de Sn Luis un religioso, que este enseñase la Gramatica a los hijos de los vezinos de este comun ô a los sujetos que por su Sr dicho Sor Marques mi Amo se escribiesen de las poblaciones que por conveniente tuviese su Sa se obligaría a darle y entregarle a dicho Comv.to de Sn Luis en cada un año por via de limosna doze fanegas de trigo y doscientos reales para lo que estavan previstas â otorgar la correspondiente escritura de obligacion según que lo referido mas igualmente consta en dicho Cavildo y Acuerdo que queda en el Libro Capitular de este año â que me refiero y para que conste de mandato de estos conxenxo doy el presente en la Va de Peñaflor en vente y cuatro Dias del mes de Mayo de mil setecientos cincuenta y nueve años.
En Testimonio de Verdad. Juan de los Rios. Nombramiento Publico Fiel de esthos.”Se le denomina así, cátedra, al asiento o posición desde la que el maestro enseña a sus alumnos, igual que “la cátedra de San Pedro” como trono o asiento del primer Papa de Roma.
Este tipo de enseñanza municipal y gratuita estaba destinada a los hijos de sus habitantes, aunque en la mayoría de las ocasiones solo accedían a ella los más pudientes. Anteriormente incluso se pedía una “limpieza de Sangre y de Fe” para poder ser instruidos.
Al ser sufragada esta por el propio cabildo nos cabe la duda de si podían acudir todos los interesados, pero lo más probable es que solo necesitaban estar aprobada por el cabildo, cuando no por el propio marquesado.
La razón de esta enseñanza era meramente preparatoria de primeras letras y de enseñanza religiosa de cara a una formación posterior más elevada y enfocada a la carrera religiosa y toma de hábitos.
Lo curioso de la información que encontramos entre estos documentos es el nombre del propio maestro, Matheo Faxardo y el de uno de sus discípulos, Diego de León Velasco, que firma un copiado o dictado de lección en la que puede apreciarse intrínseca la enseñanza moral y religiosa a la vez que de ortografía:
“Los que bienen a la escuela sis e siguen por la doctrina del maestro ceran atendidos y ganaran fama onrra credito y tambien La Gloria, y de lo contrario ni ganaran onrra ni credito ni fama y ceran despreciados de el maestro y de su Padre y de su Madre y también de todo el Pueblo”. A continuación vuelve a copiarse el citado texto y seguidamente una secuencia de números del 1 al 21. Luego, a modo de conclusión:
“De la mano y pluma de Diego de León Velasco uno de los menores discipulos del Maestro Matheo Faxardo en la Villa de la Puebla de los I.”
Copiado
de un alumno de la Cátedra de Gramática en 1759.
De este primer e importante hito en las letras de nuestro pueblo saltamos a los años posteriores a la guerra contra Napoleón y el gobierno francés. Periodo dramático en todo el país desde que Carlos IV y Fernando VII entregase la corona, abdicando a favor del gobierno afrancesado de José Bonaparte. Al termino de esta “Guerra de la Independencia española”, la corona regresa a Fernando VII por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813), y en todo el país, y en concreto en Peñaflor, los bienes de la congregación franciscana habían sido expoliados y confiscados y los religiosos huidos y perseguidos. Fue el momento de evaluar daños, existiendo un inventario de daños y desapariciones de patrimonio en el archivo parroquial y con el repuesto Rey, encontramos un decreto en los libros de cabildos, de confiscación de bienes a los nobles que permanecieron fieles al régimen francés.
Para nuestra causa, la educación en Peñaflor, solo tres años después se plantea de nuevo la vuelta de la cátedra de Gramática al restituido convento de San Luis, muy deteriorado por estos 6 años de guerra y dejadez.
2a“… que se saque testimonio literal vuelta y con oficio de su merced le dirija al R. P. guardián del Convento del Sr. San francisco al efecto de que se ponga de acuerdo con sus mercedes para la invitación a crear escuela de primeras letras en su convento…” (Cabildo celebrado en Peñaflor el 6 de febrero de 1816)
En el mismo libro de cabildos, pero de 15 de diciembre, se decreta la necesidad y la partida de “1500 maravedises necesarios para realizar la obra de la pieza en la que se ha de instalar para la primera educación para la instrucción en la doctrina christiana, en las buenas costumbres y en las primeras letras a los hijos de los pobres hasta la edad de los 10 a los 12 años que se predican en el Real decreto del 19 de noviembre último”
Y el 10 de mayo de siguiente año,1817, se hace en reunión del cabildo una esclarecedora muestra de intenciones por los beneficios que aquella junta de gobierno veía en reponer dicha cátedra tras finalizar la guerra contra los franceses:
“decimos que en años anteriores fue establecido en el Conv.to del Sor Sn Francisco la clase de enseñar Gramática a los niños, cuyos padres tenían a bien y que resulto que en el tiempo que permaneció este establecimto tomaron el hábito religioso un sinumero de naturales de esta villa y otros quedaron aptos para quales quiera carrera desente. Este bien tan util se extinguió en los días del Yntruso Govno y aun continua y queriendo bolver a disfrutar un tan grande beneficio por todos respetos…”3Firman dicha petición D. Agustín Moreno, D. Antonio Parias, D. Jacobo Pestaní, D. José Copete, Juan Rodríguez y Tomás García.
En cabildo del 13 de julio del mismo año encontramos que se acuerda y ratifica la anterior petición, poniendo en funcionamiento de nuevo dicha cátedra tan beneficiosa para Peñaflor.4
Y en cabildo de 20 de julio de 1817 se transcribe la petición de Dª. Antonia de la Cruz para poner una escuela de niñas pública para la mejor educación de la doctrina christiana y labores propias de su sexo, acordando en el mismo que se le conceda dicha licencia.5
Hacia 1840 termina por desaparecer dicha comunidad en nuestro pueblo y del convento que está muy deteriorado en aquella época.
Con la llegada del ferrocarril, la compañía que desarrolla el trazado compra muchos terrenos adyacentes, como los pertenecientes a la ermita de la Encarnación y del antiguo Hospital de San Sebastián en Peñaflor y del propio Convento, derruyendo gran parte de sus antiguas instalaciones y llegando a lo que hoy podemos ver en la actual calle Ruedo Vías. El propio pueblo se opone al total derrumbe de la capilla de Jesús Nazareno y obliga a la compañía de Ferrocarril Córdoba-Sevilla a desviar el trazado de las vías. La imagen del pueblo por entonces era de total ruina por los derrumbes de hasta 19 casa a su paso.6
Llegamos a principios del siglo XX y encontramos que el 18 de abril de 1908 se crean las Juntas Locales de Primera Enseñanza y de Protección a la Infancia y Mendicidad.7 Estas Juntas promovidas por La Ley de Eduardo Dato (unas disposiciones sobre la protección a la infancia y represión de la mendicidad que se desarrollarán y aplicarán en todos los municipios de España entre 1903 y 1912) junto con la creación de unas Juntas Provinciales y locales de Reformas Sociales o de Beneficencia, intentaban paliar y regular el trabajo infantil y el abandono y la mendicidad cada vez mayor tras los impactantes cambios sociales que supuso el nuevo modelo tras la revolución industrial.
Antonio Linares nos ofrece esta curiosa joya familiar que encontró hace poco. Un bordado de la mano de su abuela de la escuela de niñas en 1908. Bajo los abecedarios de distinto tipo reza asi: "Lo hizo Rosario Gallego Sarabia en la escuela de niñas de Peñaflor en Diciembre de 1908. 123456789". Una suerte de documento que va más allá de una simple foto o escrito.
Era muy común en la época que nos ocupa, encontrarse a muchos niños huérfanos que se veían obligados a implorar la caridad de la gente. De estos niños debían hacerse cargo las Juntas de Beneficencia creadas en cada localidad.
En un acta de 25 de abril del mismo año 1908, leemos: "Reparos mayores y menores y blanqueos generales que necesita la casa situada en el nº 19 de la calle Antonio Parias Guerra y que sirve para escuela de niñas y habitación de la maestra. Casa arrendada a D. Evaristo Velasco, según se lee por contrato en acta de 1924.”8
En 1909 se nombra a la maestra Dª. Julia Esteban Heras para esta escuela de niñas “que lo era del pueblo de Matas (Guadalajara). 9
En otras ocasiones es la propia corporación la que se encarga de gestionar los recursos de la escuela:
D. Luis Vargas Durán (Alcalde) y los concejales D. Carlos Sierra López y D. Andrés Bello Jiménez piden al Sr. Inspector de Sanidad que visite los locales de la escuela pública y dictamine sus condiciones higiénicas el 15 de mayo de 1931.
La
clase la Señorita Natividad en la Calle Antonio Parias en 1932.El 4 de abril de 1936 el Sr. Alcalde manifestó al cabildo la necesidad de la construcción de un grupo escolar, dirigiéndose posteriormente al Ministerio de Instrucción Pública su construcción en el local de la calle Pablo Iglesias (actual C/ San Pedro) y calle Encarnación, solicitando para ello 96.000 pts. para: 5 secciones graduadas, una de párvulos y dos bibliotecas.
El arquitecto asignado fue D. Francisco Azorín Izquierdo. Dicho proyecto no llega a realizarse por el estallido de la guerra civil.
La clase de D. Ramón Pech. Antiquísima Foto. 1923
Escuela de niñas en la calle Antonio Parias. 1944
En 1940, ante la necesidad de trasladar la escuela Nacional de niños nº 1, se opta por el local frente a la estación conocido por "almacén de Sierra" (Que perteneció al empresario Carlos Sierra López, antiguo concejal y alcalde antes de exiliarse) por sus condiciones de capacidad, higiene y seguridad.
El 15 de enero de 1943, viendo la situación de dispersión de grupos escolares, inseguridad... se opta por construir un nuevo grupo escolar, considerando necesario 2 aulas de niños, 2 de niñas y una de párvulos. La Diputación Provincial solicita el 15 de febrero de 1944, a su vez, la elección de terrenos; por lo que el alcalde D. Octavio Fernández, acuerda dicho terreno con los propietarios Dª Juana y D. José Mª Parias y Parias. El coste será de 1.769.200,86 pts.
Luego una comisión gestora revisa un acabado y estudio del proyecto, uniendo la construcción de 44 viviendas protegidas en 1945.
En 1949 el grupo escolar “Pedro Parias” se está utilizando y se les ofrece a los maestros que ocuparan las casa-habitación del grupo de viviendas protegidas.10
Foto de la escuela de niños con el maestro D. Pablo.
En los años 60's y ante el enorme crecimiento poblacional se crean los grupos escolares enmarcados dentro del colegio Pedro Parias, al otro lado de la travesía, albergando hasta 8 clases nuevas en dos edificios con su espacio de recreo (inauguradas el 3 de febrero de 1968). Se reforman también las antiguas instalaciones del colegio, ampliándolas y construyendo el comedor escolar.
También es al principio de los 60's cuando se crea la guardería Santa Cruz y llegan las Hermanas de la Caridad a sus aulas.
Con la llegada de las Hermanas de la Cruz en 1913, las instalaciones del antiguo convento de San Luis del monte son rehabilitadas como clases para niñas e incluso funciona como internado para huérfanas y beneficencia, hasta que se estableció solo como escuela para niñas diurno. Más tarde, las Hermanas se trasladan a su residencia actual, donde también siguieron dando clases a niñas.
Foto bajo uno de los arcos de los Grupos Escolares del C. P. Pedro Parias. Aquí la clase de Don Ramón Marín (que hizo también de Juez de Paz en Peñaflor): Fila 1ª, D. Ramón Marín, Jose A. Muñoz, Pablo Muros, Manolo Marín, Espino, Antonio Fernández, Pepe Marín, Jose Luis Garcia Sánchez, Manolin Carranza, Manolo Carranza, Eduardo (El Breva).
Fila 2ª: Pepin Naranjo, Jose A. Machio, Antonio Solis, Juanito (Del Santo), Manolo Linares, Pepe Lara, Pepito Reina, Sergio Carranza, Carlos Muros.
Fila 3ª: Rufino, Antonio Lara, Antonio Carranza, Juan Segovia, Enrique (El Pizarro), José Antonio Garcia, Sebastian Mallen, Jose Luis, Rafalito (El Finfla).
Sentados: Rafael Serrano, Juan Castro, Espino, Rafael Serrano, Espino, Juan de Dios Lara, Juan Marin, Paco Fuentes, Muises Ruiz. (fantástica foto cedida por José Antonio García, uno de los alumnos).
Otras secciones escolares fueron las creadas junto con los pueblos de colonización de la Vereda y Vegas de Almenara como colegio rural. Junto a estas también se construyó vivienda para el maestro.
Así llegamos a la actualidad con un amplio recorrido por la enseñanza en Peñaflor, donde se apostó desde el principio por una formación para todos con el privilegio de la presencia de la congregación franciscana y salvando multitud de dificultades históricas. Aún nos queda amucho por recorrer en este aspecto: desde la nuevas instalaciones del centro de Educación Infantil y primaria (llamado hoy Vega del Guadalquivir) a la ampliación de la enseñanza en nuestro pueblo como garante de la formación y empleo y libertad de pensamiento de nuestros ciudadanos.
Bibliografía:
1. - Archivo Municipal de Peñaflor. Actas capitulares (1660-1964). Legajo 3. libro 1745-1777.
2/3/4/5. - Archivo Municipal de Peñaflor. Actas capitulares (1660-1964). Legajo 5. libro 1809-1841.
6. - Santigosa, Carlos “Album del Viajero por el ferrocarril de córdoba a Sevilla” 1861
7/8. - Archivo Municipal de Peñaflor. Actas capitulares (1660-1964). Legajo 10. libro 1900-1969.
9. - Parra domínguez. Lorenzo. “Noticias de otros septiembres en Peñaflor.” https://lamemoriadelcuco.blogspot.com/2016/09/noticias-de-otros-septiembres-en.html
10. - Jurado Carmona, C. “La escuela en Peñaflor a través de las actas municipales (I).”; en Almenara No 9. Peñaflor 1998, págs.: 17-19