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domingo, 28 de mayo de 2023

Es hora de elegir para nuestro pueblo

 Es día de elecciones municipales, 28 de mayo de 2023. Día para reflexionar sobre quiénes queremos que nos ayuden a progresar en hacer más y mejor Peñaflor. Ellos serán los encargados de escucharnos, solucionar algunos de nuestros problemas y crear ese pueblo del que todos estemos orgullosos. Esta cita debe ser histórica como las anteriores, así que para que elijamos mejor debemos escuchar las propuestas que nos hacen todos los candidatos y sopesar su compromiso a llevarlas a cabo.

Me ha encantado algo que he leído en las redes, y que representa también a esta página de recuerdos de nuestros mayores, padres y abuelos, que un día lo dieron todo por hacernos tal y como somos hoy. Está es una reflexión de Victoria Trigo Bello:

"NOS HICISTEIS DÉBILES

 Nos quisísteis tanto que nos hicisteis débiles. Reservásteis para vosotros los malos tragos, las maletas de cartón, las medias suelas en los zapatos. Aguantásteis guerras y posguerras, el hambre en pucheros de miseria, los piojos, los sabañones, el miedo pegado a la mirilla, las casas llenas de fotos tristes. Vestísteis un luto tras otro, la mirada baja, las manos heladas. Subísteis a trenes negrísimos, kilómetros en vagón de tercera, vendimias, fábricas inmensas, lluvias que enlazaban con más lluvia, inviernos que duraban todo el año.

 Y todo eso fue para sobrevivir y dar la entrada de un piso, para regalarnos una cuna con colchón de lana, un cubierto con nuestras iniciales, un pupitre en la escuela, unos patines, una tarta de cumpleaños, un juguete -o dos- de los Reyes Magos, una quincena en la playa. Y todo eso fue para que nosotros tuviéramos un paquete de pipas, unas botas de agua, una canción dedicada en la radio.

 Nos mimásteis como ni vosotros mismos sabíais que podíais amar. Nos llenásteis el bolsillo con propinas de cinco duros, nos enseñasteis el verbo estrenar para el domingo de Ramos, para las bodas y las comuniones, nos comprasteis la mochila para los campamentos y os estirásteis para apuntarnos a actividades extraescolares. 

 Enterrásteis a vuestros muertos con paladas de llanto y silencio. A nosotros nos lo pusisteis fácil con una póliza de decesos con la que deciros adiós sin mancharnos de tierra. A nosotros nos inundásteis de ColaCao el tazón del desayuno y de naranjada el vaso de la merienda. Nosotros, escolares de bollo y chocolatina, nunca conocimos qué era repartirse un huevo frito en la cena, ni sospechamos que unas décadas atrás la gente saliera de casa con un bocadillos envuelto en periódico camino del tajo y luego, con el cansancio de la jornada, estudiaba en cursos nocturnos para adultos.

 Salimos malcriados. Los zurcidos quedaban en vuestros calcetines, en los abrigos a los que dabais la vuelta para alargarles la vida. Salimos blandos para la contrariedad. Para nosotros la aspereza de la supervivencia era una aventura de personajes de película que siempre terminaba bien. Creímos que luchar y reivindicar se limitaba a salir a la calle en determinadas fechas con una pancarta. Creímos que el bienestar heredado de vosotros era una conquista vitalicia. Creímos que comeríamos hojas tiernas toda la vida, que las duras ya las habíais sufrido vosotros. Creímos que nuestros hijos tendrían el mundo a sus pies a golpe de ratón, en un ascenso imparable para disfrutar de más comodidades y servicios y, además, antes que nadie.

 Nos quisisteis tanto que nos hicisteis débiles. La musculatura de carpetas plastificadas no nos sirve para afrontar la dificultad. Necesitamos prótesis de sinergias, empatías y esos apoyos que vosotros, cuando venían mal dadas, simplemente llamábais solidaridad, compañerismo y compromiso colectivo. Pero a nosotros, ebrios de másteres y de titulaciones, nos viene grande el papel de la responsabilidad. Por eso nos cuesta tanto asumir este viraje tremendo de la convivencia a nivel mundial en el que fracasan nuestras reglas egoístas de mirar cada cual por lo suyo y, si se puede, robar al vecino más indefenso.

 Desde donde os halléis, padres y abuelos, si os dais una vuelta por aquí os escandalizarán nuestras prisiones gestadas en convenios de poltrona y pérdida de derechos. Sin duda os indignará que seamos tan blandengues y manipulables y que desde el conformismo del qué le vamos a hacer y de la cómoda no incumbencia, hayamos permitido que se machacara lo público. Y vosotros que nos quisisteis tanto, regresaréis a vuestras tumbas complacidos de no depender de nosotros, de nuestros dichosos móviles, de nuestra académica incultura y de nuestra medular insensatez."

Hasta aquí nos han traído muchas elecciones, muchas tomas de decisiones y muchas luchas sociales. Nuestros alcaldes, de un color u otro, han trabajado por Peñaflor de distinta forma, pero haciendo que avanzase. Es su legado y el nuestro dar brillo a nuestro rincón privilegiado de Andalucía, de la provincia de Sevilla, aquí entre el Guadalquivir y Sierra Morena. Un lugar lleno de posibilidades para mejorar.


A continuación, os traigo las distintas propuestas electorales de los tres candidatos a la alcaldía que se presentan a las elecciones municipales en 2023.







Decide en las urnas, decide y elige por el candidato que más se acerque a tu forma de pensar y a tu manera de mejorar nuestro pueblo, pero elige, porque esa capacidad hubo momentos en la historia que no la tuvimos y es un derecho a ejercer por la libertad y por la fuerza que otorga el pueblo a quienes quieren que les gobiernen por cuatro años.

domingo, 21 de mayo de 2023

Aquellos días de verano

Hace no tanto tiempo, cuando las chicharras parecían reventar bajo los árboles de la plaza, eran veranos sin aire acondicionado, ni siquiera un ventilador, y si apuramos sin frigorífico... Eso hace poco más de 60 años en Peñaflor. 

Aquellos veranos tórridos se pasaban como se podía. Por las siesta, a veces pasaba mi bisabuela y familia con el famoso helado "de  Lagarto" en su cántara. Al atardecer la gente sacaba las sillas de enea a la puerta, o la mecedora, y comenzaban esas redes sociales que sí que servían para unir a todo el mundo, hasta las tantas, en las que el poco fresco que corriera te embelesada.

Luego se dormía al fresco del portal de la calle, en el zaguán, al fresco de la corriente de esas casa de muros de tierra de un metro de anchura. Aún disfruto al pasar por esas casas enormes y antiguas, en pleno calor, para sentir el frescor que sale de sus portales.

También se buscaba alguna forma de pasarlo bien con agua, yendo a bañarse a los arroyos y charcas o alguna que otra alberca (aquí se dice emberca) o piscina como la que había tras lo que hoy es la gasolinera de Villadiego.

Los menos osaban bañarse en el Guadalquivir ya que era traicionero y más de uno se ahogó en alguna distracción o algún remolino del cauce.

El río Retortillo era nuestra playa y allí, en una zona arenosa, se juntaba bastante gente, incluso alguno haciendo negocio como una pequeña venta.

Hasta el año 1983 no se construiría la piscina municipal, aquella con Lavapiés donde más de uno se dio un resbalón de muerte.

Recuerdo a mi abuela siempre con un abanico que movía incluso durmiendo y nosotros en un colchón que echábamos al suelo o alguna manta improvisada, que para los pequeños era como hacer una acampada nocturna.

Manuel Nieto Izquierdo nos trae unas refrescantes imágenes de aquellos veranos en que regresaba la familia que le tocó emigrar y que formaban un guirigay en cualquier caso de familia más que numerosa. En mi casa pasaba lo mismo con la familia de Cataluña o Francia.

En esta preciosa foto de familia, cedida por Manuel nieto izquierdo. Está tomada justo enfrente de la ermita de Villadiego, donde trabajaban sus padres. Puede observarse el chozo que allí existía a la derecha. Había noches que se quedaban todos a dormir allí para no tener que venir al pueblo mientras su padre se dedicaba a regar allí y en el cortijo del Vinco.

Aquí están: Su abuelo Diego, su madre Carmen izquierdo, su tía Carmen, su prima Luisa y su tía Milagros. Arriba, por la izquierda están Diego Caro, el propio Manuel Nieto, Juan Carlos, Diego, Ana Mari, Antonio y Manolo. Sujetando a los pequeños detrás del caballo está su tío Diego. Venían de Madrid para la época de la feria de Peñaflor y se juntaban los hijos de todos los hermanos.


Aquí el mismo día está su tía Milagros de niñera de todos los pequeños. Están Manuel Cruz Viñuela (primo de su padre) y Nicolás. 
Estas dos fotos se hicieron en el año 1967.

Bañándose en el Retortillo en familia.

La Piscina tras la Gasolinera, cerca de la Villalona, "la piscina de Ángel Pool" era un populoso lugar en verano. Hoy en día no queda nada de aquel bullicio. Aquí José Viñuela Martínez entre familia y amigos.

Bañándose en la piscina de Ángel Pool, en lo que hoy es la Gasolinera Ntra. Sra. de Villadiego.
Estas dos fotos son cedidas por Trini Viñuela y Pablo García.

Antonio J. Linares nos hace llegar esta espectacular foto.
Año 1961 en la Alberca del Cortinal de los Carranzas, están entre otros: Pedro "El de los muertos" y su hermano, Antonio Linares "El Polo" (padre),____, ____, abajo Pepe "El Conde", Pepe Carranza "Espárrago", el marido de Villita y Cristóbal Bajo.

¡ Aquellos tiempos si que eran donde se cumplía con creces el dicho de que dónde comen dos comen tres!

sábado, 13 de mayo de 2023

La escuela de orientación agrícola en los pueblos de colonos

 Muchos aspectos condicionaron el nacimiento, asentamiento y sobre todo la vida al principio y en el futuro de todos los pueblos de colonización en general y los poblados de Vegas de Almenara y La Vereda en concreto.

Y es que a pesar del lucimiento técnico de los arquitectos que diseñaron los nuevos pueblos, como la singular disposición de La Vereda, entre otros muchos, todos los pueblos conservaban unos parámetros constructivos, dejando espacios reservados a la Iglesia, el colegio y las casas anejas de los maestros y otros lugares que se creían imprescindibles para la política de asentamiento que se llevaría a cabo.

Pero si nos centramos en el ámbito educativo de estos “reasentamientos” rurales, podremos dar cuenta de la clara intencionalidad del adoctrinamiento imperante, es decir, las intenciones que el currículum escolar ocultaban, dando una educación directamente orientada al trabajo del campo y a preservar una sociedad rural de estos pueblos, sin dejar oportunidad a su prosperidad social y económica.  Estas escuelas de Orientación Agrícola eran dirigidas por el Ministerio de Agricultura a través del Instituto Nacional de Colonización con documentos como sus “Normas de Funcionamiento”, donde se recogían todos los aspectos en que debía incidir  la formación de los hijos de colonos.

En éstas se aglutinaban por ejemplo las clases de maestros que accederían a estos colegios, los deberes de maestros y alumnos, el cuaderno de preparación de tareas del maestro, horarios y distribución de asignaturas, actividades complementarias, escuela y parroquia, cuestionario de agricultura… y todos los aspectos relativos a su intencionalidad en un compendio bien estructurado que dejaba poco margen de flexibilidad.

Llaman la atención muchas cosas, impensables hoy día por la forma de expresión y por los ideales que desarrolla, entendibles solo en el marco donde se redactaron:

En el cuaderno del alumno: “…Figurarán diariamente ejercicios patrióticos y religiosos…”

Respecto a los horarios deja entrever que el maestro tiene libertad para redactarlos pero sin embargo imponen el horario en una tabla muy detallada en la que chirrían:

“Entrada, himno y oración”, “Himno, oración y salida”, “Recitación y canto” “Educación moral, cívica y patriótica”

Textualmente: “Los sábados por la tarde, después del recreo, se rezará el Santo Rosario y se explicará el Santo Evangelio de la Domínica Siguiente.”

“Las Escuelas de niñas orientarán todas las enseñanzas de la sesión de la tarde hacia la Economía Doméstica, Labores y Enseñanzas del Hogar”

Aquí el horario que señala el decreto de la Escuela de Orientación Agrícola, como la que teníamos en La Vereda.



Claro y conciso: el currículo oculto preveía el destino de los niños como mano de obra del campo, sin más aspiraciones, mientras que para las niñas se había destinado el papel de sumisa mujer, madre y ama de casa perfecta, también sin más aspiraciones. Indignante pero a la vez aterrador, no por la dignidad de estas valoradas labores que han hecho todos nuestros padres, sino por la clara determinación del plan de los colegios de orientación colonial para crear estos “guetos económicos”.

Otros ejemplos: En clases de adulto “Tanto al varón como a la hembra se le exigirá para la obtención del certificado de estudios primarios los conocimientos elementales y obligatorios establecidos por la Iglesia Católica”

Respecto a la relación Iglesia-escuela Nacional de O.A.: “…Será muy conveniente que los niños y niñas tengan un sitio fijo en el templo parroquial, señalado por el párroco y respetado por el vecindario…” (¿Control férreo de la fe?)

“La inspección apreciará en estos puntos el celo y la piedad de cada uno de los Maestros.”

Sin embargo la doble lente con que se puede mirar este urdido sistema  es que puso en valor zonas tremendamente desfavorecidas (nunca olvidar que a costa de los colonos) y les dieron a muchas familias la oportunidad de criar a su numerosa prole con el fruto de esas nuevas tierras irrigadas por el Bembézar y quizás respecto a la enseñanza en estas escuelas cabe resaltar la obligatoriedad de asistencia de niños y adultos para obtener conocimientos mínimos (aunque imbuidos políticamente por ideales “del régimen”) y una temática y prácticas muy completas sobre la agricultura (sistemas, especies a cultivar, técnicas, economía…).

Pero desde mi punto de vista, la escuela debe ser un espacio de paz, sí con una moral cívica, pero sobre todo con una libertad que dará esa riqueza en las relaciones que se crean alumno-alumno y sobre todo con los maestros y profesores que debieron pasar de eso de “la letra con sangre entra” a hacer sus clases lo más interesante posible para sus alumnos, creando así ciudadanos comprometidos del mañana.

La etapa escolar de la educación primaria es la base no solo de la formación académica, sino de los valores y la personalidad del niño, por lo que la atención de todos sus aspectos (problemas, ideas, iniciativas…) podría reducir el fracaso escolar, sobre todo en etapas educativas superiores.

Un “buen maestro”, entendido este no como el que mantiene siempre su lugar, sino como el que te enseña a valorar el saber, el que te atrae a aprender por sus buenas prácticas, crea personas completas y seguras de sí mismos, con autoestima y valores a la par que humildad, fruto de un trabajo adecuado de los propios valores, donde la afectividad y los sentimientos individuales han desplazado a la rigidez y los “corsés” de formalismos y ansias de poder, pasando de centrar la docencia en las asignaturas para centrarla en los propios niños. Véase José María Toro, gran impulsor de una escuela holística y que atiende a todas las vertientes del ser humano que se está formando, sus sentimientos, inquietudes, emociones…

 

domingo, 7 de mayo de 2023

La madre de la madre de...

 Hoy es 7 de mayo, día de la Madre: Esa figura que nos trae siempre los mejores recuerdos de la infancia, el sentimiento de sentirse seguro en los brazos de alguien, de quién mitiga penas y sostiene en esos momentos bajos y acompaña en nuestros logros y mejores momentos, orgullosa.

Las madres dejan esa impronta imperturbable más allá de sus propias vidas y a través de sus hijas y nietas fluye para llegar a hoy en la figura de nuestras figuras maternas, fraternas y filiales. ¡Es increíble cómo se ven rasgos imperturbables de unas a otras!

Hoy os presento a las madres de mis abuelos, mis bisabuelas, de donde procedemos numerosas familias de Peñaflor. Espero que os guste este recorrido por una parte muy antigua de mi álbum personal.

Josefa Moreno Sánchez, de la Puebla de los Infantes, es la madre de mi abuelo paterno Lorenzo Parra Moreno.

Balbina Teresa Rufina Dantas Cano era la madre de mi abuela paterna Balbina Fernández Danta. Su padres era de ascendencia portuguesa y su madre de ascendencia loreña, aunque nacida aquí.

La misma mujer. Nació en 1898. Esta foto típica de la adolescencia, aunque para hoy en día tiene una imagen muy madura. La segunda es ella misma junto a mis tías mellizas Loli y Ana, sus nietas. 


Ana Mármol Bertólet es la madre de mi abuelo materno Manuel Domínguez Mármol. 



También poseo la foto de la madre de ella, es decir, mi tatarabuela Ana Bertolet Cordero, conocida como Anita "La Benita" por el nombre de mi tatarabuelo Benito Mármol.

Aquí con dos de sus nietas, que son tías abuelas mías.

Esta última que os traigo es mi bisabuela Mª de Villadiego Rodríguez Lorenzo, madre de mi abuela materna María de Villadiego Cruz Rodríguez.

El tiempo, implacable con todo y todos.

Todas estas mujeres que nacieron hace más de 100 años tuvieron que vivir, sufrir, llorar, reir y sentir para que hoy en día estemos aquí todos nosotros.

Es muy importante que sepamos de donde y de quienes venimos, que abramos ese baúl de historias escritas expresamente para cada uno de nosotros, porque en las vidas de nuestros antepasados están muchas de las respuestas a las preguntas que hoy nos atañen.
Desde aquí os animo a descubrirlo y, por supuesto, encantado si compartís con nosotros esos enormes tesoros familiares.

Un abrazo grande y Feliz día, MAMÁ.