Cuando seas padre, comerás huevo... Decía mi abuela, sabiamente. Y es que una vez que lo eres y lo sientes, descubres otra forma de ver la vida, otra forma de amar.
Los hijos, sobrinos y nietos son la fuerza vital de la familia, la alegría de cada casa y el impulso para que todos nosotros intentemos de mejores cada día.
Es indudable descubrir en ellos la herencia genética de padres y abuelos, en gestos, costumbres y detalles que seguro emocionarán a quienes les hacen recordar a ese familiar que quizá ya no está.
Recuerdo también formas de nombrar a los pequeños de la casa de forma cariñosa por todos. El menor de todos era "el chirriburri" y el Chiqui o el chico, palabra que se le queda como apodo aunque tenga 40 años y mida dos metros.
Si se criaba muy grueso y con mucho peso, mi abuela siempre decía que se estaba criando muy hermoso, muy lustroso o sencillamente "gordo despelotado" si el niño estaba "exagerado" de peso.
Luego, cuando comenzábamos a andar, perdíamos esas "roscas" en las piernas y brazos y te convertías en "el canijo" o más aún en un "pocapringue".
El hermano/a mayor era el "chache/a" o "tate/a" y los abuelos como los padres, no tenían otro nombre para los pequeños, sino simplemente su honorífico vínculo.
Lo que me llamaba la atención en mi abuela es que, aunque yo siempre la tuteé, ella al hablar de algo que yo le dijese siempre contaba como si yo le hablase de usted. Eso era cosa de como ella hablaba a sus padres y abuelos. Igual que decir padre y madre en lugar de papá o mamá. Es cuestión de máximo respeto a costumbres de aquellos tiempos de posguerra.
Muchas mujeres, siendo aún casi unas niñas, se iban "a servir" a alguna casa donde hacían todas las tareas domésticas y, sobre todo, cuidaban de los niños de la casa. Este oficio que solía estar remunerado, era las 24 horas toda la semana excepto algún permiso que dieran los señores. Así que ellas eran prácticamente las madres de quienes criaban como suyos y muchos de ellos guardaron ese vínculo de por vida, mayor que el de sus propios padres biológicos.
Foto de una de aquella hermanas apodadas "Las Capitanas" por ser hijas de un militar de dicho rango que vivió en un gran cortijo de Peñaflor. Se ve lo engalanado de su traje para esta estampa. Me encantan este tipo de fotos muy antiguas. Puede ser de los años 20's.
Muchísimos niños se arremolinaban por las calles del pueblo, sobre todo siu había algún evento reseñable. Aquí a la salida de una ceremonia en la iglesia de una boda, por la calle nueva a principios de los 60's. La Boda de "La Paloma". Foto de Antonio linares y Paquita Sánchez. ¿Conocéis quienes aparecen en ella?
Aquí el estamos mi madre y yo el día de corpus Christi de 1985 junto a unos de los altares que se colocan. Otra fiesta especial para los más pequeños de la casa. Aquí le encuentro mucho parecido a mi hijo menor conmigo.
Mis tíos abuelos Lorenzo Fernández Danta y su mujer Ani Martín junto a su hija Tere en un cochecito de bebé bastante precioso para la época. Se ve que fue durante una feria porque justo detrás puede verse el puesto de turrón. ¡Magnífica estampa!
Los cumpleaños de los pequeños de la casa son todo un acontecimiento pues queremos vivir intensamente todos esos primeros momentos. Este es mi primer cumpleaños el 18 de febrero de 1986 con la clásica tarta de merengue y los aperitivos típicos de entonces. ¡Como aquellos, ningunos!
Mi madre, desde muy pequeña estuvo trabajando en el bar con Paqui Villarino y Manolillo García "el Chupa" y, además de limpiar mucho pescado y hacer grandes guisos para las grandes comidas que daban, también se ocupaba en parte de la casa de esta familia y de sus hijos, como bien recuerda tanto ella como estos hijos. Incluso en aquel bar fue donde conoció a mi padre y comenzaron su noviazgo. Una historia de vida tras la barra de un bar.
Pero centrándonos en el tema de los más pequeños, todos habéis tenido o habéis sido la hermana mayor que ha cuidado del resto, que ha ejercido de madre e, incluso, dejó los estudios por tener que hacer las tareas de la casa para tantas bocas como había en todas las casas por entonces. eso fue hasta que un día se casaba con su novio de toda la vida y los hermanos lloraban como si ya no la fuesen a ver jamás. ¡Seguro que habéis vivido está historia o la habéis escuchado alguna vez!
No hay comentarios:
Publicar un comentario