Hubo un tiempo en que no existían los lujos y comodidades de hoy, cuando los alimentos se compraban en el día a día y no podían conservarse bien sino era en salazón, ahumados o echados en aceite o manteca. Entonces tenían menos comodidades pero en cambio más producto orgánico de calidad.
El matadero era municipal porque la demanda era grande de carne fresca para la población y de los ganaderos locales que producían, carne de cerdo, cordero, vaca, ternera... y abundante leche, queso, mantecas y mantequillas caseras que se exponían en pequeñas tiendas en las casas particulares o en algún que otro ultramarinos (como el del Portugués) o carnicerías del pueblo (como la de Juan Montoro). Lo que hoy es el Centro Guadalinfo fue en su día Matadero Municipal y, mucho antes, hubo un matadero en la Calle San Pedro, ya que se llegó a llamar como Calle del Matadero en los antiguos padrones locales.
La fruta y verdura que se consumía era la de temporada y no había muchas frutas tropicales, o casi ninguna, con dificultad llegaban los plátanos en los años 60's, pero todo sabía "más sabroso" que hoy.
En las casas sí que se conservaban los melones bajo la cama, la ristra de ajos y el cajón de legumbres (garbanzos, lentejas y habichuelas de la pasada cosecha) y la carne en la típica tinaja de aceite o manteca, así como las semillas para la próxima siembra de lo que se iba gastando. Todos se aprovechaba y todos tenían trabajo de una forma u otra en el pueblo.
Aquellas pequeñas tiendas se arremolinaban en algunos lugares como en la plazoleta, (Plaza de la Constitución) que comenzó siendo un pequeño centro de comercio para estos productos locales.
Así que se decidió dar cabida a un edificio municipal donde realizar esta función de centro de reunión comercial y donde mejorar las condiciones de higiene y fidelidad para beneficio de todos.
Allí estaría el puesto del Fiel : una persona encargada de que se cumpliera con la ley del correcto balance de las medidas de peso en las transacciones comerciales y hacer de juez ante cualquier duda de ese tipo, así como del mantenimiento del mercado. Comenzó haciendo este papel Manolo "Jacobo" Espinar, que se encargaba de abrir y cerrar el recinto y las cámaras refrigeradoras. Luego cedió el puesto a otras personas del pueblo para seguir con sus innumerables quehaceres e inventos.
Pero todos recordarán aquellos primeros comerciantes que se asentaron en la Plaza de Abastos:
En esta entrañable foto están, de pie: José María el carnicero, Cayetano, José Antonio Guerrero aunque siempre lo llamaron Pepe el pescadero, Angelita, su mujer, Ana Montoro,_, Nicomedes de la frutería, Encarna Limones y la mujer de José María y_.- Angelita y Pepe Guerrero
- Encarna y Antonio Naranjo
- José María
- Ana y Juan Montoro
- Anita y Antonio Carrasco
- Gabriel Membrives
- Cayetano
- Chari Muros
- Manolo Solís "El del huerto"
- Antonio "El Pelao"
- "El Palmeño"
- Pepe "El Sastre"
- Nicomedes
- Otro comerciante palmeño
- Jesús Mendoza
- Manolo "Jacobo" Espinar
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