Estamos llegando a una fecha señalada en el calendario (25N) día marcado por la lucha contra la lacra social que aún persiste de la Violencia de Género. Creo que una buena forma de luchar contra esto es hacer visible a todas esas mujeres que son tan importantes en nuestras vidas (abuelas, madres, hermanas e hijas, entre otras) y que son tan importantes en la vida de nuestros pueblos.
Parece que hoy en día esa imagen de la mujer rural se va superando, gracias a la independencia económica y el acceso a los estudios y trabajos en condiciones más igualitarias. Pero hay mucho camino que recorrer aún, no solo en los pueblos sino en la propia mente de la sociedad. Aún se sigue viendo con recelo que la mujer sea la que traiga el principal sustento al hogar o que simplemente se repartan las tareas de la casa y la crianza de los hijos (en todos los aspectos) sea cosa de la madre pero igualmente del padre.
Desde el nacimiento, la mujer rural ha venido siendo muy condicionada con los prejuicios sobre sus normas de comportamiento y conducta, sus limitaciones sociales y sus deberes impuestos. "Las niñas de rosa y los niños de azul". Menos mal que la sociedad está empezando a superar la imposición de roles tan marcados y que la limitación sea las aspiraciones personales de cada uno y sus necesidades.
en esta foto la abuela Concha (del bar de Dionisio y Concha) con uno de sus nietos, hijos de Conchi Osuna (aún se conoce como la mujer de Pepe "El fontanero").
Conchi García Osuna, sonriente con ropa hecha por las mujeres de su casa. Ha sido la generación que ha podido estudiar plenamente y actualmente tiene un trabajo bien remunerado y reconocido. Tanto su hermana como sus hermanos han podido desarrollar sus estudios y trabajar en igualdad de condiciones. Su madre me contó que estudió cuanto pudo gracias a aquellas cátedras ambulantes de la etapa franquista, hasta el límite de conocimientos que le ofrecían.
¿Hasta dónde hubiesen llegado nuestros abuelos y abuelas de tener las oportunidades de hoy en día?
La escuela hasta los 70's estaba separada por sexos e incluso el curriculum educativo estaba condicionando desde la cuna a cada sexo. En las partidas de nacimiento a las madres "amas de casa" se les ponía, al referirse a su trabajo "Propios de su sexo".
En la enseñanza rural, como en la de los pueblos de colonos, a los niños se les educaba en labores del campo y de desarrollo rural y a las niñas (futuras amas de casa) en labores de cocina, costura, crianza de los hijos, etc. Hoy en día se ve muy lejano, pero ¡hace solo 50 años de aquella forma de entender la sociedad!
En el convento de San Luis del Monte, al ocuparlo la congregación de las hermanas de la Cruz, disponíamos de una escuela y hogar para niñas. En la planta de arriba estaban las dependencias y las habitaciones de estas niñas necesitadas y huérfanas. Las educaban religiosamente y en esas "labores propias de su sexo"
Casi sin darnos cuenta, la sociedad nos educa para las labores asignadas e impuestas para cada sexo. A los niños se les regala camiones, balones, pistolas, motos de batería... y a las niñas cocinitas, muñecas, maquillaje...
Muy pronto, con corta edad, se les asignaba la ayuda en la crianza de sus hermanos y otros niños del entorno, cosa que a los niños varones, no.
Aquí la niña Soledad Sepúlveda sujeta el carro de Conchi García Osuna. a su lado su hermano Desiderio, junto con la abuela Concha y su madre Conchi Osuna por la carretera de Lora del río, a la salida oeste de Peñaflor.
Pronto, ¡muy pronto! las niñas, sobre todo si eran las hermanas mayores, se dedicaban a cuidar a los más pequeños... más si eran familia numerosa... y dejaban de ir al colegio para ayudar en esto y en las labores del hogar, sino ir también a traer un sustento al campo o "sirviendo" en alguna casa como criada, cocinera...
Aquí Conchi Osuna en la escalera del bar de su padres, en la calle actual Federico García Lorca, cuando era adolescente. Todavía porta una muñeca de su infancia. El paso de niña a mujer era muy rápido para las féminas de aquellos años.
Una de las labores que más disfrutaban las mujeres de entonces era la costura y los trabajos manuales. Con la profesionalización y el reparto de tareas del hogar y el trabajo fuera de casa, estas labores han quedado relegadas, por lo que muchas costosas labores como el ganchillo, el punto de cruz o el encaje de bolillos se está perdiendo de los pueblos. Solo las manos expertas de aquellas mujeres de entonces conservan esas técnicas intactas, aunque con la edad la vista es lo que impide que prosigan con tan minuciosa labor.
El ocio femenino también pasaba por la moda y la costura y otras aficiones que estaban bien vistas. Siempre en grupos del mismo sexo... hasta aquella canción de "los chicos con las chiiiicas... quieren estar... quieren vivir..." que vino en la era del cambio, la escuela mixta, la democracia...
Uno de los días grandes para las jóvenes de nuestro pueblo era la cabalgata de Reyes y el papel de Estrella de la Ilusión, algo parecido como "Reina de la Fantasía o de la Belleza" a nivel local.
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