Hay mucho que se nos escapa de nuestro propio pueblo por vivir en él día a día, sin apreciar esos pequeños detalles que, cuando salimos, viajamos o incluso emigramos, nos damos cuenta y apreciamos como el mayor de los tesoros.
Y es que Peñaflor se lleva muy dentro cuando salimos de sus calles. No admitimos que se diga ¿Dónde está ese pueblo? o ¡Nunca había escuchado hablar de él.
Hasta hace 40 años decir Peñaflor, siempre traía a la mente de alguien de fuera la historia del Huerto del Francés.
Pero Peñaflor tiene muchísimas cosas por las que sentirnos orgullosos. Lugares y costumbres tan singulares que son genuinas de aquí, pero sobre todo tiene a su gente, que es quien lo ha hecho tal y como es hoy en día, para bien y para mal.
Si podemos agrupar a nuestros cucos, lo hacemos en barrios, más o menos estables en el tiempo. Cuando más se reflejan estas demarcaciones es en las festividades, como la candelaria, cruces de mayo y Corpus Christi, Semana Santa o Romería.
Aunque aquella unión que nos caracterizaba antaño ya se está perdiendo, nunca está de más una larga mesa entorno a la que compartir risas y vivencias con nuestros vecinos.
El Peñaflor actual nace al otro lado del arroyo de las Moreras, tras haber sido la antigua Celti el centro urbano hasta la época tardoantigua.
En concreto el Peñaflor que conocemos nace en la época andalusí, dentro del castillo almohade y sus murallas, sus calles estrechas y sinuosas y su plaza de armas, lo que hoy conocemos como la Plaza Avenzoar, el Castillo, las calles Nicolás Benito y Cruz de Morería, la plaza de la Constitución y los callejones Poveano, de la Fuente y Castillo. A todas estas calles se le conoce popularmente como "Barrio de la Morería". Adyacente a este barrio (extramuros del castillo) están la calle Blancaflor al este, la calle de las Cuevas al oeste, el cortinal o ejido de aquel castillo (hoy calle Diego Carranza), por el norte, junto con la calle Ramón y Cajal; y la plaza de España y calle Juan carlos I/ Calle Largo al sur.
El barrio de la Calle San Pedro siguió existiendo durante el periodo andalusí, siendo el aislamiento de otras minorías existentes en ese periodo como la judía o los mozárabes que permanecieron ahí.
la calle Largo siempre ha sido uno de los lugares más transitados y habitados del pueblo, ya que desde la antiguedad era el antiguo camino de Córdoba a Sevilla por la margend erecha del Guadalquivir. Vamos, que fue la primigenia carrtera y travesía de nuestro pueblo desde época romana o anterior.
La calle del arroyo se fue poblando de casas, más aún cuando se abovedói el cauce, aunque ya existían más al norte el barrio de Cantarranas o del Matadero y la enorme calle Ramón y Cajal, anteriormente "del Polvero". Esta fallida nueva travesía dio paso a la paralela carretera, una manzana más al norte, en lo que hoy es la calle Federico García Lorca, antigua calle José Antonio y Guerola. Mis padres aún recuerdan nombrarla como "la carretera".
Luego, en los 60's volvió a ascender a donde actualmente está nuestra travesía, formando las avenidas de Córdoba, de San Fernando, de San Antonio y de Sevilla (yendo de este a oeste).
Hoy os traigo un avance de las delimitaciones de los barrios conocidos popularmente, la mayoría mayores a una sola calle y que por su idiosincrasia se pueden diferenciar facilmente.
¿Os identificáis con alguno de ellos?
Con un plano resumido de nuestro contorno urbano he ido solapando los diferentes barrios de Peñaflor, siendo un total de 19 barrios populares los que he llegado a identificar. A estos barrios habría que unir las pedanías de Vegas de Almenara y La Vereda, con sus respectivos barrios, así como las barriadas de Rocadura, los Carramolos, (con habitantes estables en primeras viviendas). Podría haber más subdivisiones, pero la entidad de un barrio he querido reflejarla más allá de una sola calle, en todos lo posibles.
En este último plano podéis ver todos los barrios solapados.
Son piezas de nuestro puzzle y todos aportan los colores que forman un pueblo que aún conserva sus encantos de antaño, su carácter, su sencillez y su amor propio. No los perdamos nunca.
¡Feliz año 2021 cargado de esperanzas y sueños por cumplir!
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