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sábado, 18 de marzo de 2023

Clásicos sobre ruedas: vehículos antiguos.

Hoy la entrada va dedicada a una asociación de nuestro pueblo que también promueve los recuerdos y las vivencias a través de objetos antiguos. Me refiero a la Asociación "Clásicos Celti Peñaflor", que participa y exhibe vehículos antiguos y los hace circular por nuestras calles. Ya tiene numerosos socios que realizan actividades relacionadas con el mundo del motor clásico y antiguo.

Este fin de semana tendremos un evento que organizan en Peñaflor: "La III Concentración de vehículos Clásicos" en Peñaflor. Aquí, al final, tenéis el cartel. Espero que disfrutéis viendo aquellos coches que una vez circularon por nuestras calles.

A principios de siglo, el pujante Peñaflor veía un revolucionario medio de transporte por sus calles. Aunque la fuerza animal siguió siendo el principal medio, comenzó esta revolución hasta la actualidad, cuando los transeúntes tenemos que lidiar con los coches, casi uno cada dos habitantes.
Pero aquellos primeros viajes en coche tuvieron que ser toda una aventura para sus ocupantes, no solo por la experiencia nueva sino por la inseguridad de esa "monstruosa máquina" que alcanzaba la sorprendente velocidad máxima de 70 km/h.

Bellísima estampa de uno de los primeros coches que recorrieron las calles de Peñaflor fue un coche Ford modelo T, a principios del siglo pasado.

Dicho modelo producido entre 1908 y 1927, se creó con la idea de disminuir los costos de producción y aumentar las ventas. Destinado a una clientela rural, era un vehículo muy alto, lo que le permitía recorrer los caminos de granjas y atravesar zanjas -en Francia se le llamó la araña- por su color y su forma de agarrarse a los polvorientos caminos del campo. su motor de cuatro cilindros y tan solo 20 Cv de potencia alcanzaba la velocidad máxima de 71 km/h, con un peso contenido para su época de 540 kilogramos; consumía un litro cada 5 km. Los precios iban de US$800 a US$1000 dólares.

La versatilidad y robustez de estos primeros vehículos lo hicieron aptos para recorrer campos y fincas de dehesa. El tractor, tan revolucionario en las labores agrícolas comenzó a aparecer poco antes de estos coches y a algunos lugares llegó mucho después. 

 Esta foto es de esas que encuentras en una caja de membrillos y no sabes porqué está ahí, hecha en la calle Largo posiblemente alrededor de los 50s. Junto a sus dos protagonistas un magnífico coche de la época. Seguramente sería uno de los pocos que circularían por las calles de Peñaflor.

Si hay un momento especial en la vida de alguien que le gusta conducir es el día en que se saca el carnet. Esta foto precisamente se hizo justo después de que Eduardo Agredano aprobase el examen práctico del carnet de conducir. Junto al coche el profesor de autoescuela, Eduardo Agredano, Rafael León "Rafalillo" y Francisco Fernández López "Petaca". 

Un coche muy util y a la vez práctico era el dos caballos. Muchas familias han ido en él o en un seiscientos a sus primeras vacaciones al mar. Aquí, Antonio Naranjo "El de la Casa de los Plásticos" en su dos caballos "comercial".

Una estampa para enmarcar es la de los muchachos los fines de semana de ruta con sus motos: Aquí, en el llano (al fondo se ve el kiosko de madera) están dispuestos a partir Atanasio Martínez y Antonio Carranza con su Ducaty, y otros amigos en moto y Vespa en los años 60s. 

Francisco Márquez y Ana García, los tíos de las hermanas Lupe y Ani García Márquez (quien nos dan estas imágenes) en moto por Almenara. Una foto auténtica.
 
Esta foto es un clásico de todos los días de Almenara: Los amigos que se reúnen ese día y llevan una moto que comparten. Risas y diversión aseguradas.
 
En esta foto podemos ver a Miguel "El Molinero" con su característico moto-carro, mientras transportaba su bebida por las calles empedradas de Peñaflor. Por un tiempo estuvo trabajando con él Pepe García "El fontanero", muy joven en esta foto. Se pueden apreciar las cajas de madera con la marca de Cerveza "Estrella del Sur".
 
 Por último os dejo el cartel prometido de la III Concentración de Vehículos Clásicos de Peñaflor promovido por la Asociación Clásicos Celti de Peñaflor.
 

sábado, 4 de marzo de 2023

La llegada de las Hermanas de la Cruz a Peñaflor y su labor social (110 años de historia)

Estamos en marzo, mes del renacimiento primaveral, mes en que se celebra San José, figura paterna protectora de la compañía de la Hermanas de la Cruz. Precisamente el día de esa onomástica de hace 110 años, llegaban a Peñaflor, llenándolo con su humildad y su buen hacer hasta la actualidad. 

 

Una imagen que representa una labor impagable. Las Hermanas de la Cruz por nuestras calles. Siempre en pareja, alivian al necesitado en cualquier momento y lugar. Una rama de la Iglesia, que todos reconocemos por su labor de servicio, humildad y caridad.

 
Así debieron encontrarse el Convento de San Luis del Monte a su llegada a Peñaflor. Un estado bastante ruinoso.
 
 
Convento  San Luis del Monte, antigua sede de la Hermanas de la Cruz. Se puso este azulejo en el 100 aniversario de su llegada a Peñaflor en 2013.
 

Pintura de Santa Ángela de la Cruz que siempre llevan como estampilla las Hermanas de la Cruz

El 3 de agosto del pasado año 2022, se colocó una estatua en homenaje a Santa Ángela, hermana fundadora de la congregación, en la plaza de la Constitución de nuestro pueblo. He aquí el vídeo del acto homenaje por parte del ayuntamiento de Peñaflor.

Escultura de Santa Ángela homenaje a las Hermanas de la Cruz en Peñaflor

"El inicio de las Hermanas de la Cruz entre nosotros data del día 19 de marzo de 1913, miércoles, hace ya un siglo. Salieron desde Sevilla a las 6 de la mañana y el ferrocarril de entonces trajo a las primeras Hermanas de la Cruz destinadas a nuestro pueblo: Superiora Hermana San Felipe y las Hermanas Sacramento y Resurrección. Tardaron tres horas en llegar a la estación de tren, donde les esperaban el párroco D. Diego Algorta acompañado de su madre, hermana y algunas señoras más que deseaban brindarles una cálida acogida.

El trabajo de este sacerdote fue clave para hacer posible la fundación en Peñaflor, tal vez por esto y su dedicación al pueblo, a su muerte fue enterrado en la ermita de Villadiego. También fue decisiva para la fundación la dotación económica de otro sacerdote, D. Pedro Carranza, hijo de nuestro pueblo.
Una vez llegadas a Peñaflor, se dirigen a la Parroquia y asisten a la Misa de precepto de la festividad de San José. Visitan algunas casas del pueblo y comen en casa del párroco. Hacia las cuatro de la tarde, acompañadas de éste llegaron a la que sería su casa, el Convento de San Luís del Monte, que se encontraba en estado bastante ruinoso. Contaban con dos habitaciones, una para dormitorio y la otra para coser y recibir a quienes las solicitaran. Carecían de todo para iniciar su vida en el pueblo y necesitaron ayuda de las Hermanas de Sevilla y de algunas familias de Peñaflor. Para poder comenzar les regalaron una tinaja para el agua, un quinqué para poder alumbrarse y la cena para su primera noche en Peñaflor… al no tener cubiertos se vieron obligadas a valerse de las manos para comer.
Día tras día, van adaptándose al pueblo, conociendo a su gente y entregándose a su labor sin dar más tregua a su instalación: ayuda a los necesitados, aseo de hogares, visitas y asistencia a enfermos…todo con discreción, humildad y entrega absoluta. La primera visita fue a una mujer enferma de la calle Arroyo que ocupaba una vivienda en muy precarias condiciones; los más menesterosos son los preferidos de las hermanas desde el principio. Pronto se ganan el cariño, el respeto y la admiración de todos; los trabajos que llevan a cabo y con el cariño que los realizan son su seña de identidad. Más tarde iniciaron su tarea docente, su enseñanza de labores y las catequesis. Habilitaron dependencias en San Luis del Monte para que se pudieran alojar un grupo de niñas como internas; también inauguraron un comedor y hospital de urgencia para los pobres.
El grupo de hermanas que trabaja en nuestro pueblo recibió varias visitas de la Madre General, Sor Ángela de la Cruz. Una de ellas fue el 26 de julio de 1913 para fundar oficialmente la comunidad de las Hermanas de la Cruz en Peñaflor. Después visitaría nuestro pueblo en distintas ocasiones. El trabajo de las hermanas era incesante, además de sus “asistencias” se encargaban de atender la limpieza del edificio de S. Luis del Monte, de la capilla, de sus plantas y flores, de las clases; sin olvidar su compromiso con la vida de oración. Con frecuencia se veían desbordadas para atender tantos quehaceres y esto provoca tomar la decisión de trasladarse a su actual casa, más pequeña y más fácil de gobernar y compaginar con su dedicación a los demás, en el año 1972."

(Extracto del artículo de D. Antonio José Simón Hierro para el Centenario de la llegada de las Hermanas de la Cruz a Peñaflor).

Por cierto, estas nuevas dependencias fueron anteriormente la casa del empresario Epifanio Sánchez Pastor, dueño de la Fábrica de Harinas y sacos de Yute. Fue donada a las hermanas de la Cruz para su traslado desde el Convento de San Luis del Monte que presentaba gran ruina por entonces.

 


"Las niñas del Convento" eran multitud. Muchas de ellas se quedaban internas en el Convento de San Luis y se educaban en muchos ámbitos con las hermanas. Todos conocemos a alguien que estuvo allí. Luego, con el traslado a  su nueva sede, en la calle Médico Francisco Ruiz Muño, atienden su labor educativa de forma diurna con los talleres de costura y las catequesis, además de las misas y labor de enfermos, nuestros mayores y caridad.
 
Esta fotografía de un teatrillo me la proporciona mi familia materna, la familia Cruz, que la mayoría emigró a Cataluña.


Estas dos últimas fotos nos las regala la familia Nieto Izquierdo.


Vaya este homenaje también para todas esas niñas que pasaron por el Convento de manera interna o más tarde en la casa de las hermanas en los talleres de teatro, bailes y, sobre todo, de costura y punto de cruz, "las niñas del bastidor".