Otros idiomas/ Other languages

domingo, 25 de marzo de 2018

Aquellos momentos entre amigos

Para mostraros estas fotos me remito al ambiente que se vivía en "la pandilla" en diferentes situaciones, como en la Romería y Feria, el día de Todos los Santos o la Semana Santa, a parte de los días de paseos por la calle largo, de camino al Cine...
Esa es la esencia del buen ambiente que en esta ocasión se traslada a la afición deportiva por excelencia: El fútbol. Y es que se "de buena tinta" que para que un equipo llegue al éxito hay que empezar por ahí: Por la unión y la motivación desde dentro. Porque un equipo que se siente como la familia puede lograr cualquier cosa que se proponga. Me remito a la exitosa situación actual del equipo de fútbol de nuestro pueblo en categoría Senior, entre otros.
7 de mayo de 1978 en El Ronquillo. Peñaflor arrasa con un 1-5 en un ambiente de equipo y afición insuperable. Aquí en un momento del viaje están: Mata, Manolete, Rafael Andares, Manolo Carranza, al fondo "El Lobo", Juan Parra, Mari Carmen Meléndez, Lorenzo Parra, Antonio Rosa León, Salvador Polonio, José Caro, Lolita álvarez. abajo Antonio "El Pala"Dionisio García, Rafalín Carranza, Paco Sepúlveda y Fernando Cruz.

Un día en el que demostrar convivencia y buen ambiente es en los encuentros entre juveniles y veteranos. Aquí el día de Andalucía de 1986, para inaugurar el campo de fútbol de Peñaflor están juntos 
arriba: Lorenzo Parra, Fernando Cruz, Alvarito, Antoñuelo Parra, Moisés Ruiz, Antonio Fuentes, Manuel García, Antonio Rosa León, J. Luis Parra, Pepe Toribio y Antonio Ufarte.
Abajo: Rafael Carranza, Lázaro Aguirre, Luis Triguero, Francisco Lopera, Manuel García, Manuel Antúnez, Lorenzo Lopera "Mocho", Andrés Rodríguez, José Benavides y Manuel García "Foingue" 
Se dio el caso que en este partido ganaron los veteranos por 5 a 1 al equipo titular.

domingo, 18 de marzo de 2018

El antiguo Convento de San Luis del Monte: Un legado olvidado

Es la memoria un observador incansable de que el tiempo es un río que fluye imparable, que no para de transformarlo todo... pero que nos advierte que debemos recurrir a nuestra historia para conocernos a nosotros mismos como persona, como pueblo, como realidad.
Hoy os traigo un resumen de la vida no solo de los edificios sino de las personas que formaron parte del "antiguo" y "nuevo" San Luis del Monte en Peñaflor.
Para percibir realmente su importancia debéis saber que era de los pocos edificios que nos quedan que mantenía parte de sus estructuras de los siglos XV y XVI, que fue lugar de paso de relevantes personajes hasta el siglo XVII  y de peregrinos hacia el nuevo mundo tras el descubrimiento de América, que los franciscanos que lo habitaron influyeron de forma decisiva en la organización de hermandades y cofradías importantes de la población que ayudaron al desarrollo y reformismo de la religiosidad, o que a través de ellos se creó una escuela de gramática en Peñaflor que fue la primera organización de enseñanza de la que se tiene constancia documental.

Fotografía de resto de muralla del Convento de San Luis del Monte en "La Huerta de San Luis" en "El Turuñuelo".


Plano de José Francisco López Muñoz de los restos del antiguo Convento de San Luis del Monte en "la huera de San Luis" (Observable hasta finales de los 80's) e interpretadas como: A= Dependencia B= Iglesia del Monasterio C= Dependencia D=Dependencias privadas E= Claustro F= Refectorio, cocina y despensa


Hacia la parte norte del monasterio hay un profundo valle, lleno de grutas y cuevas que los monjes utilizaron para el retiro y la vida penitente como las de la siguiente foto en una gruta a orillas del Río Retortillo. Véase "El Ermitaño del Retortillo" de Emlio J. Navarro.

La Orden se asentó a 6 Km. al noreste de la villa de Peñaflor, en un monte donde existía un antiguo colmenar y dependencias de trabajadores, terreno propiedad de los señores de Palma del Río don Luis Portocarrero y doña Francisca Manrique, en proximidad al Cortijo del Turuñuelo y próximo a las orillas del río Retortillo, en los terrenos conocidos actualmente como “Huerta de San Luis”. Por el sitio en que se encontraba edificado, empezó a llamársele San Luis del Monte en vez de San Luis Obispo de Tolosa, su nombre verdadero.



El edificio fue construido a expensas de los señores de Palma del Río en promesa hecha a Fray Juan de la Puebla a quien acudieron para mediar por la salvación de su hijo, contagiado por la epidemia de la peste que asoló las poblaciones de la rivera del Guadalquivir en 1491. Tras su curación fue edificado el monasterio para la Orden de San Francisco, a la devoción de San Luis obispo de Tolosa, cuyo nombre llevaba su hijo.
El señor de Palma quiso construirlo dentro de su villa para mayor gloria y ascenso en su carrera política, además de su devoción religiosa, cosa que no conseguiría con Fray Juan. Los terrenos del nuevo Convento, que también eran de este señor, estaban cercanos a su otra posesión del castillo de almenara. El otro Castillo, también cercano ("El Toledillo") será objeto de su ansia expansiva y conflicto con los propios Reyes Católicos.
Mas tarde lograría traer un monasterio franciscano a Palma (Ntra. Sra. de Belén de Palma del Río) como enfermería de San Luis del Monte y Santa María de los ángeles de Hornachuelos en 1518 (Bula Papal) y 
el de Santa Clara en 1510.

La mayor fuente de información sobre la fundación del monasterio de San Luis del Monte se encuentra en el libro Historia de la Santa Provincia de los Ángeles de la regular observancia y orden de nuestro seráfico padre San Francisco, libro V, cap. I, publicado por Fray Andrés de Guadalupe en Madrid en el año 1.662. Contiene una copia en 1.662 del  acta de fundación original retocada en esa fecha. Aquí o traigo la copia de dicho acta:



El monasterio de San Luis del Monte se incluyó dentro de la Provincia franciscana de los Ángeles, cuya sede se encontraba en el Monasterio de Santa María de los Ángeles de Hornachuelos. La Provincia de los Ángeles es una de las demarcaciones seráficas surgida en 1486 por la iniciativa reformista de Juan Gutiérrez de Sotomayor y Zúñiga, fray Juan de la Puebla (de noble linaje que quiso buscar la pureza del ideal franciscano). Fue también escribano público de Peñaflor.

Tras la fundación del primer monasterio de Santa María de los Ángeles en Hornachuelos, el convento de San Luís del Monte, establecido en 1492 entre Puebla de los Infantes y Peñaflor, fue la segunda de las fundaciones de Fray Juan. En 1517 esta Custodia alcanzará su mayoría de edad al ser elevada a Provincia, en la que se englobarán los conventos franciscanos que con el tiempo se irán repartiendo por la Sierra Norte sevillana (Alanís, Cazalla, Constantina y Guadalcanal), Sierra de Córdoba (Belalcázar, Chillón, Fuenteovejuna, Hinojosa del Duque y Pedroches), vega del Guadalquivir (La Algaba, La Campana, Cantillana, Lora del Río, Palma del Río, Peñaflor, Sevilla y Villaverde), Extremadura (Belvís, Herrera del Duque, Jarandilla de la Vera y Puebla de Alcocer) e incluso Castilla (Béjar), siendo una de las provincias más importantes y con participación activa en la colonización y evangelización de América.

La historia activa del edificio se da entre 1492 y 1769, año en que la comunidad franciscana se traslada al nuevo edificio construido en Peñaflor en la calle real (actual Juan Carlos I) bajo el auspicio de los Marqueses de Peñaflor, en unos terrenos donados por éstos anexos a la ermita de Jesús Nazareno. En este edificio sufrirían varios intentos desamortizadores, incluida la guerra de la independencia francesa, hasta su total desaparición en 1840. En 1913 el edificios ocupado por la fundación de la congregación de las Hermanas de la Cruz en nuestro pueblo por Sor/Santa Ángela de la Cruz, siendo su sede en Peñaflor hasta su traslado a su actual convento por amenaza de ruinas e incapacidad de mantenimiento.
Portada de las dependencias del Convento de San Luis del Monte en Peñaflor, donde se colocó en 2013 un azulejo conmemorativo dela fundación de la congregación de la Hermanas de la Cruz en nuestro pueblo.

Actualmente se está llevando a cabo una profunda restauración de cubiertas y fachada, así como de su espadaña y campanas (ya activas) y un proyecto de puesta en valor de sus dependencias. Es sede de la mayoría de las imágenes procesionales de nuestra Semana Santa, incluida la de su titular, Ntro. Padre Jesús Nazareno. 
A parte de esta encomiable información que nos afreció José Francisco López en su artículo "El Antiguo Monasterio Franciscano de San Luis del Monte de Peñaflor" Para saber bibliografía referente y mucho más continúe en el enlace El Convento de San Luis del Monte en "Turismo y cultura Peñaflor".


domingo, 11 de marzo de 2018

La vida sencilla, la vida feliz

¡Cuántos de ustedes echaréis de menos aquella vida de vuestra infancia!, donde las cosas más sencillas eran los bienes más preciados: Una gran familia unida, donde abuelos, hijos y nietos formaban un pequeño ejército que pululaba cual enjambre a la hora de comer; alguna que otra gamberrada (sin maldad) con aquellos amigos de toda la vida o un paseo por aquel Peñaflor de entonces.

Y es que, cuando se ven algunas fotos, nos llega esa sensación de envidia sana al verlos/ veros tan felices sin tanto materialismo como nos distrae hoy en día.

Esta foto cedida por nuestro amigo Juan Antonio Rodríguez (Ciudad de Málaga) nos muestra una estampa típica de aquella época de familias numerosas, de la jícara de chocolate en el pan y de las mil y una correrías por las calles anejas a la plaza de la iglesia. Aquí están en el castillo, de izquierda a derecha: Pepe Naranjo, Rafa Domínguez, Pepe Domínguez, quizá también su hermano Manolo, Francisco Lopera en el centro, __, Juan Antonio Rodríguez (Ciudad de Málaga), Mari García Cruz, de la mano su hermana Rosi, Santiago (Hijo de Antonio "el municipal") y arriba Juan García Cruz.

Tras la foto reza "La boda de la Paloma". Supongo que hace referencia a la boda de Rosario López "La Paloma y antonio Martín "El Titi". Estampa de finales de los 50s en la calle nueva, abarrotada de gente de la boda, pero que bien podría ser un dí a la salida de misa o catequesis de los niños que vivían allí. Al fondo la parroquia de San Pedro Apóstol.
La Calle Nueva era mítica por los numerosos vecinos como mi familia, que por muchos años vivieron en una casa de vecinos en la que vivían varias ramas de la misma, como mi bisabuela, mi tía Teresa, mi abuela y algunas más, con sus respectivos hijos. 
¿Os acordáis de aquella cancioncilla...?: <<Al pasar por la calle nueva lo primero que se ve: "Los Lagartos" y "Los Ratones" sentados en el sardinel.>> pues hacía alusión al mote de estas dos grandes y queridas familias que poblaban la calle con decenas de niños a todas horas.

¿Qué hay más sencillo y más placentero que un buen momento de risas?
En una celebración en la antigua casa cuartel de Peñaflor frente al Centro cultural, en los 60s, bailando en un corro están: Al fondo el guardia civil Lara y Blas (El zapatero), en primer termino a la izda. la mujer del guardia civil Ángel Benítez Delgado sonriente, la de espaldas con moño era la señora Enriqueta, y a la derecha Encarna (señora del guardia civil Vilchez).

Sencillas eran las celebraciones, llenas de risas y  alborotos, numerosísimas y con "lo típico" sobre la mesa. En el patio del antiguo cuartel, en los 60s, a la izquierda el Guardia Civil Ángel Benítez, seguido de Francisco Villarino "El Chico Minini" (subido en una silla) que iba a todas las celebraciones del cuartel a preparar el catering, le sigue Pedro Vilchez (Guardia Civil), luego el Guardia Machio, y al fondo sentado el Guardia Quintero, además de otro hombre.


domingo, 4 de marzo de 2018

Luis Segura Suero: Un torero madrileño criado en Malapié

Esta es de las curiosidades que van surgiendo en nuestra eterna búsqueda de fotos e historias de Peñaflor. Cuando pudimos ofrecer al pueblo la Jornada sobre LA MEMORIA DEL CUCO el pasado verano, pudimos recoger de los asistentes multitud de fotos, historias y anécdotas que aún hoy están dando sus frutos en el blog. Pues entre ellas, Ana Ruiz (Concejala de Cultura) y su familia nos ofrecía un curioso reportaje del periódico "El Ruedo" nada menos que del 20 de febrero de 1964. En él aparece la historia de vida de un torero casi desconocido hoy en día, pero de gran carisma, que pasó su infancia y su primeros pasos e el toreo aquí, en Peñaflor, a pesar de ser madrileño. Concretamente, vivió en la finca de Malapié, cuando pertenecía a los hermanos Pepe y Antonio de la Cova. Todos recordaréis aquel tentadero que tantas novilladas y tientas ha dado. Muchos buenos toreros pasaron por allí ya consagrados y antes de ello.

Luis Segura nació en Madrid el 7 de junio de 1938 y muere en Valdemorillo (Madrid) el 16 de febrero de 1975. Debutó el día 17 de julio de 1955 en la madrileña plaza de Vista Alegre, paso previo a su presentación oficial en las arenas de la Monumental de Las Ventas, que tuvo lugar el 24 de marzo de 1957. En esa misma catedral ilustre tomó la alternativa el día de San Isidro de 1958, apadrinado por Rafael Ortega Domínguez, quien le cedió los trastos con los que habría de lidiar y estoquear al toro “Elegido”, perteneciente a la ganadería de don Fermín Bohórquez. El diestro Antonio Chenel Alvadalejo, paisano de Luis Segura, hizo las veces de testigo.
Luis Segura toreaba con la finura clásica de los toreros de Madrid. Buenas maneras, que no amaneramiento. Por chicuelinas quitó como el mejor. Nunca fue, como envidiosos y frustrados han querido mostrarlo, una moda pasajera. Su forma de vida romántica le llevó lejos de aquí. A las Américas.
Volvió Luis Segura, vencido, en 1974, con su mismo toreo clásico. Vuelta imposible que le costó la muerte en un infausto festival en el serrano Valdemorillo. Había regresado un torero olvidado, ajeno a las modas. Y un infarto cruel acabó con él.
En el reportaje que os presento aparecen estas bellísimas fotos. Al final de la entrada podréis leerlo directamente del "Diario El Ruedo" ya digitalizado.
A su llegada a la finca Malapié ya consagrado como torero. A la izquierda, está sacanado agua de la fuente con un cántaro Carmen Mármol Bertole, mi tia bisabuela, y su hija Conchi Mármol.

Con Pepe de la Cova momentos antes de pasar al tentadero de Malapié. Junto a ellos la cierva domesticada que tenían en la finca.

Mucha gente de Peñaflor se arremolinó para ver la tienta de aquel día. ¿Reconocéis a alguien?

Momento de la novillada de un muchacho observado por el propio Luis Segura.

Luis Segura a caballo como no era su costumbre, con la pica en ristre.

Momento anecdótico cuando Luis Segura recordaba la Choza "de Corea" como la llamaban, donde durmió muchas veces tapado solo con la manta de un caballo. Sobre todo cuando escuchaba que lo mandarían a estudiar.