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domingo, 29 de septiembre de 2013

Recuerdo de un maestro: Curso del 92

Ahora que estamos en plena vuelta al cole, vienen a la memoria tantos y tantos de nuestros maestros que nos ofrecieron su labor en aquella época de la infancia, marcando sin duda nuestro futuro, y aún nos hacen rememorar alguna anécdota con los compañeros con los que crecimos.
Algunos ya no están, aunque su trabajo quedará por siempre en nosotros. ¿Recordáis?: D. Ramón, D. Lorenzo, Dª Luci o Dª Lola, D. Francisco Villanueva o D. Manuel Muñoz.
En esta ocasión, nos centraremos en la figura del magnífico docente D. José Luis García, marido de Dª M. Dolores Ruiberriz, también magnífica docente, que se nos marchó con premura pero habiendo dejado su impronta en nosotros. En 1992, esta foto representa su último curso y refleja el ambiente de clase que genera un buen maestro.
Desde aquí, un sentido homenaje a todos los maestros que pasan y pasaron una vez por el colegio Pedro Parias, en especial a José Luis. Todos les debemos algún aspecto de nuestras vidas a aquellos que nos enseñaron una vez.

Sobre estas líneas su curso 92-93:
Antonio Conde, Rocío Sepúlveda, Rafael Ortiz, Rosi Genicio, Ana Antúnez, Marino, el maestro José Luis García, Bruno García, Francisco Jesús Martínez, Cristina, Ana Doblado, Antonio Osuna, Irene García, Francisco Pérez, Albert Iglesias, Cristina Rodríguez, Ivan Pizarro, Juan Antonio Torres.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Los zapateros de Peñaflor: Alonso "El Rápido".

Los zapateros, agrupados desde el siglo XI en cofradías, lo que les hizo progresar de manera exponencial, han sido muy importantes en pueblos como el nuestro, celebrándose el día de su patrón San Crispín el 25 de octubre.
Esta celebración ha desaparecido de nuestro calendario pues aquel último zapatero remendón dejó su taller, que era al mismo tiempo un centro de reunión y tertulia, en la calle San Antonio.
Él era mi padrino, Alonso “El Rápido”.
Con este mote regalado por un buen amigo, al igual que el rótulo que figuraba sobre la puerta de su taller, Alonso Doblado Molina fue el último de este gremio que disfrutó de un espectacular auge a principios del siglo pasado, con más de 30 trabajadores coexistiendo en Peñaflor.

A los 8 años se inició como aprendiz en el taller de Juan Fernández “Juanele”, situado en la actual plaza de la Constitución, junto a otros compañeros como Pedro, José Toribio, Marcelino Mallén, Pepe Riejos, Blas…
35 pesetas cobraba como aprendiz y el sueldo de un oficial no pasaba de las 50 pesetas (30 céntimos de euro al cambio).
Trabajaba por la mañana haciendo los recados y poniendo tapas o remendando, y por las tardes iba a clases particulares.
Cuando montó el taller propio se surtía del cuero de becerro para hacer multitud de tipos de zapatos de hombre y mujer de la fábrica de curtidos de D. Rafael Rumbao de Constantina o la de Valverde del Camino más tarde.
Su taller, sencillo, al estilo antiguo, recordaba y olía a tradición, con sus cientos de utensilios aquí y allá, su banquilla, donde guardaba las tapas y los clavos y las herramientas. Incluso tenía una máquina centenaria Singer para coser zapatos. Y junto a esta, sus siempre alegres perdigones y jilgueros y su radio siempre sonando al ritmo que marcaba su martilleo sobre las suelas.

Allá donde estés un abrazo, amigo. Seguro que eres de los que allí, remiendas el destino de los de aquí.

 

Por último, os dejo otros de esos documentales  de Eugenio Monesma que nos deja ese regusto a lo tradicional y antiguo:

sábado, 7 de septiembre de 2013

Paseando en los primeros coches

A principios de siglo, el pujante Peñaflor veía un revolucionario medio de transporte por sus calles. Aunque la fuerza animal siguió siendo el principal medio, comenzó esta revolución hasta la actualidad, cuando los transeuntes tenemos que lidiar con los coches, casi uno cada dos habitantes.
Pero aquellos primeros viajes en coche tuvieron que ser toda una aventura para sus ocupantes, no solo por la experiencia nueva sino por la inseguridad de esa "monstruosa máquina" que alcanzaba la sorprendente velocidad máxima de 70 km/h.
Bellísima estampa de uno de los primeros coches que recorrieron las calles de Peñaflor fue un coche Ford modelo T, a principios del siglo pasado.

Dicho modelo producido entre 1908 y 1927, se creó con la idea de disminuir los costos de producción y aumentar las ventas. Destinado a una clientela rural, era un vehículo muy alto, lo que le permitía recorrer los caminos de granjas y atravesar zanjas -en Francia se le llamó la araña- por su color y su forma de agarrarse a los polvorientos caminos del campo. su motor de cuatro cilindros y tan solo 20 Cv de potencia alcanzaba la velocidad máxima de 71 km/h, con un peso contenido para su época de 540 kilogramos; consumía un litro cada 5 km. Los precios iban de US$800 a US$1000 dólares.

La versatilidad y robustez de estos primeros vehículos lo hicieron aptos para recorrer campos y fincas de dehesa. El tractor, tan revolucionario en las labores agrícolas comenzó a aparecer poco antes de estos coches y a algunos lugares llegó mucho después.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Peñaflor en la antigua "Bética": Revista ilustrada

Bética fue una revista cultural publicada en Sevilla entre noviembre de 1913 y principios de 1917. Fue el órgano de expresión del Ateneo de Sevilla y en ella contribuyeron algunos de los intelectuales andaluces más prestigiosos de la época, como Rodríguez Marín, Méndez Bejarano o los Hermanos Álvarez Quintero, y otros no andaluces como Cambó, Palacio Valdéz o G. Maura. Está considerada como una pieza fundamental en el desarrollo del andalucismo.
Bética tenía un carácter regionalista. De hecho en su primer número se definía como una “revista ilustrada de Sevilla, con carácter regional y dedicada principalmente a la literatura, arte y vida social contemporánea”. En ella aparecieron trabajos fundamentales sobre el regionalismo andaluz, pero siempre desde una perspectiva sentimental y españolista.
Fundada el 20 de noviembre de 1913, Bética fue órgano de difusión del pensamiento regionalista que encabezó Blas Infante.

Se puede decir que la identidad andaluza nació con la revista Bética.

Pues es en su número 57 y 58 publicación del 15 de mayo de 1916 cuando se dedican unas páginas de tan prestigiosa revista a nuestro pueblo, dándonos una visión del Peñaflor de entonces.






Magíficas fotos e las que podemos ver entre otros lugares, el estado de la plaza de España con nuestra Iglesia, la Mina "La Preciosa II" en pleno funcionamiento, al igual que la emblemática fábrica de harinas y sus esclusas en el río, aprovechadas por los pescadores. También las renombradas figuras togadas (hoy fuera de Peñaflor) y un columbario romano.

*Para ver con la mayor calidad y leer estas páginas pueden seleccionar con el botón derecho del ratón sobre las imágenes y dar a la opción "abrir vínculo".

Espero os guste esta otra parte del blog de recopilación de noticias y publicaciones sobre Peñaflor.