Otros idiomas/ Other languages

domingo, 15 de septiembre de 2013

Los zapateros de Peñaflor: Alonso "El Rápido".

Los zapateros, agrupados desde el siglo XI en cofradías, lo que les hizo progresar de manera exponencial, han sido muy importantes en pueblos como el nuestro, celebrándose el día de su patrón San Crispín el 25 de octubre.
Esta celebración ha desaparecido de nuestro calendario pues aquel último zapatero remendón dejó su taller, que era al mismo tiempo un centro de reunión y tertulia, en la calle San Antonio.
Él era mi padrino, Alonso “El Rápido”.
Con este mote regalado por un buen amigo, al igual que el rótulo que figuraba sobre la puerta de su taller, Alonso Doblado Molina fue el último de este gremio que disfrutó de un espectacular auge a principios del siglo pasado, con más de 30 trabajadores coexistiendo en Peñaflor.

A los 8 años se inició como aprendiz en el taller de Juan Fernández “Juanele”, situado en la actual plaza de la Constitución, junto a otros compañeros como Pedro, José Toribio, Marcelino Mallén, Pepe Riejos, Blas…
35 pesetas cobraba como aprendiz y el sueldo de un oficial no pasaba de las 50 pesetas (30 céntimos de euro al cambio).
Trabajaba por la mañana haciendo los recados y poniendo tapas o remendando, y por las tardes iba a clases particulares.
Cuando montó el taller propio se surtía del cuero de becerro para hacer multitud de tipos de zapatos de hombre y mujer de la fábrica de curtidos de D. Rafael Rumbao de Constantina o la de Valverde del Camino más tarde.
Su taller, sencillo, al estilo antiguo, recordaba y olía a tradición, con sus cientos de utensilios aquí y allá, su banquilla, donde guardaba las tapas y los clavos y las herramientas. Incluso tenía una máquina centenaria Singer para coser zapatos. Y junto a esta, sus siempre alegres perdigones y jilgueros y su radio siempre sonando al ritmo que marcaba su martilleo sobre las suelas.

Allá donde estés un abrazo, amigo. Seguro que eres de los que allí, remiendas el destino de los de aquí.

 

Por último, os dejo otros de esos documentales  de Eugenio Monesma que nos deja ese regusto a lo tradicional y antiguo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario