Hoy, 20 de octubre de 2024, aún ando de resaca emocional, por lo acontecido el viernes en la presentación de UNA FLOR PARA CRISTINA, mi tercera novela.
La historia que pretendo contaros parte de un hecho real que el destino me puso delante, cuando escudriñaba el archivo parroquial allá por 2016: el bautizo de una esclava negra adulta, de nombre María, siendo ya sierva de Sebastián bravo de la Peña. Él era un peñaflorense que tenía un cargo, el de familiar del Santo Oficio (trabajaba para la Inquisición) allá por el año 1622.
Ese fue el punto de partida de una idea que enraizó en la novela que ya es una realidad.
Otras muchas historias jalonan esta novela que nos trasladará a esa época y nuestra zona, haciendo un recorrido por nuestros lugares en el siglo XVII y en la actualidad.
Aquí el documento del bautizo de María "adulta esclava" (puede leerse al margen izquierdo).Aunque España.fue pionera, desde los Reyes Católicos, de los primeros derechos humanos que cubrían a esta población indígena que vivían en las tierra de Nueva España, no fue hasta el siglo XIX que se abolió la esclavitud.
Estas han sido las principales rutas esclavistas desde África a toda América y a Europa, sobre todo propiciada por los reinos de España, Portugal desde la época del descubrimiento.Portada de mi nueva novela, gracias a mi ilustradora, Josefina, se ha plasmado la idea del personaje de tez negra en la silueta y el barco negrero entre este y Cristina, la protagonista.
Alegoría de los recuerdos de la esclava Mariya confeccionada con Inteligencia artificial.
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