Seguro que a raiz de esta entrada saldrán muchas más fotografías que aun permanecen en vuestras "cajas de membrillo" esperando entrar en nuestro blog. Y es que la rondalla o tuna ha tenido muchos momentos de gloria, sobre todo en los años 60, cuando un nutrido grupo de jóvenes recorrían las calles por la noche, ataviados con el típico traje de tuno y sus famosas girnaldas en la capa, guitarras, bandurrias y panderetas, cantándoles a las jóvenes casamenteras las mil veces tarareadas canciones como "el Clavelito", "Cielito Lindo", "Corazón", "Noche Clara"...
En los años 50s y 60s José Reina, José Linares, José Reyes y Juan Palomo en la renombrada tuna con sus laudes, bandurria y guitarra. Todo un placer escucharlos entonar una de sus serenatas.
Aquellas voces se apagaron y surgieron de nuevo en las distintas décadas, hasta desaparecer como tuna, para resurgir como campanilleros, muchos de los cuales formaban parte de aquellas primeras agrupaciones.
Con la pandereta Paco Muñoz (Lorilla), junto con sus hermanos Pedro de niño y su hermana Mariló.
Abajo Carmelo, Loreto y Sergio Carranza, sentados mientras tocan una de sus famosas canciones.
La capa de tuno era un bien muy preciado por la estima que tenían sus miembros y su romántica imagen. Aquí Antonio García Cruz, aunque no perteneció a la tuna, posa con la capa y el la bandurria, una ilusión de muchos.
Con la llegada de la discoteca y los locales nocturnos, las románticas salidas a la luz de la luna se fueron, pero en la actualidad hay un nuevo empuje por conservar la tradición de los campanilleros recorriendo no solo las calles de Peñaflor sino todos los alrededores con sus sones populares y navideños.
Invitación de una de las actuaciones de los Campanilleros de Peñaflor en la Navidad de 2008. En la actualidad ensallan y llenas la Pascua de tradicionales y bellos sones.
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