ABC Sevilla. 10 de febrero de 1974. Pgna. 35.
El progreso llegó muy poco a poco a Peñaflor, aunque en otro tiempo fuimos pioneros.
El ferrocarril y la fábrica de Harinas y Yute Sanchez Pastor nos pusieron a la vanguardia, sobre todo con la dotación eléctrica desde la turbina de "La Azuda" del río, que llegó a abastecer a Peñaflor y la Puebla de los Infantes hasta que el río "decidió cambiar su cauce".
La Casa de la Luz transformaba la luz para el pueblo y tras este "apagón" se instaló un enorme motor de gasoil allí, al que llamaban "La Cafetera". Se solía ver a los municipales con unas largas cañas con las que subían y bajaban las grandes palancas que accionaban las luces en las calles. Una de esas palancas estaba en la esquina entre calle Concpción Ruiz y Juan Carlos I.
El Telégrafo, otro gran hito, estaba situado en calle Antonio Parias, hoy Juan Carlos I o popularmente Calle Largo, en la casa de José Carranza, padre de Lina Carranza, al lado de la tienda de comestibles de Natividad, exactamente lo que hoy es la sucursal del Banco Santander. En él trabajaban los hermanos de Lina, Antonio y Manolo, hasta que Manolo se fue a trabajar a la Caja de Ahorro San Fernando de Peñaflor y luego a Lora del Río.
Empedrado de la calle Concepción Ruiz, Antigua Calle del Río en 1973. Se puede observar el letrero que indica el local de teléfono y al fondo la publicidad de Philips donde Cristóbal Bajo empezaba a trabajar arreglando y fabricando radios de bombillas.
Antigua máquina de telégrafos. Emisor y receptor.
Al principio los teléfonos como este se compraban a pares y se colocaban en dos casas comunicadas ininterrumpidamente. No existía la acción de colgar. No había números de teléfono como actualmente y los teléfonos llevaban una bateria que recargar continuamente.
Antigua central de teléfonos. Esta es de Plasencia (Cáceres) de 1978. Las trabajadoras, casi siempre mujeres, pinchaban las clavijas uniendo dos líneas a petición del emisor que le pedía destino directamente a la operadora de línea.
La luz se empezó a cobrar en aquella "Casa de la Luz" en C/ Concepción Ruiz por Indalecio Tellez y luego en la calle Juan Carlos I por Juan Segovia, que también comenzaba a vender bombonas de butano.
Hola, la madre y la hija de la centralita de la calle del Río eran mi abuela Ramona Isidoro Menor y su hija, mi tía Eulalia Blázquez Isidoro.
ResponderEliminarEran de Villa del Rio y se trasladaron a Peñaflor cuando la abrieron.
Saludos.