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sábado, 15 de febrero de 2020

Éramos prosperidad

Muchas veces me he imaginado aquellos fabulosos años de principios de siglo... digamos aquellos maravillosos años 20. Para nuestro pueblo, que ya llevaba más de 50 años con la presencia del revolucionario ferrocarril, eran tiempos de bonanza, sobre todo fuimos un punto privilegiado a partir de 1878 por la facultad de poseer dos apartaderos-embarcaderos industriales: Uno de la fábrica de Harinas Sánchez Pastor y otro el embarcadero que recepcionaba el ferrocarril de la Sociedad Minera de Peñaflor y de su mineral desde la mina “La Preciosa II”.
"El carreta" a su paso lento por Peñaflor en aquellos años de principios de siglo XX. Se puede ver a la gente que se movía acá y allá en las vías.


El guardaagujas. Función prescindible como la de "factor" para el correcto funcionamiento de toda la infraestructura. Hoy todo está automatizado, pero con varios embarcaderos ¡tenía que ser todo un trabajo dirigir el trafico ferroviario!.

La fábrica y la Azuda a pleno rendimiento fue un avance sin precedentes en cuento a trabajo y técnica. Teníamos luz eléctrica gracias a la turbina hidroeléctrica de la aceña. ¿No podríamos tener algo parecido hoy instalado en el río? Energía limpia de principios de siglo.

Pesquería a red en las salidas de agua de la azuda. Se ve a los hombres con sus artes de pesca. Eran muy apreciados y renombrados los peces en adobo de nuestros bares: carpas, barbos, bogas y albures, cunado no anguilas y ancas de rana.

Vista de la fábrica de harina y yute desde la estación. Puede verse un tren parado en el embarcadero donde se carga la mercancía de los productos de esta factoría. toda una proeza.


Mi bisabuelo Enrique Cruz Arroyo era ferroviario. Aquí arriba a la izquierda en una locomotora de la época.


Alrededor del ferrocarril se arremolinaron las tareas de la minería y la fábrica de tejidos de yute y harinas, así como de otras cargas y además de todo lo que tenía que ver con el mantenimiento de esta infraestructura.
Esta foto me llegó hace unos días. Parecen ser picapedreros para los arreglos de vías y alrededores. Labores muy importantes de mantenimiento. Me comentan que el señor de arriba con cigarro en la boca es de la familia de Escudero. ¿Alguien tiene más datos?
¿Imagináis el ambiente y trasiego de aquel lugar?
Los años felices, donde un momento de espera del ferrocarril se convertía en diversió y juegos de niños y no tan niños. Aquí columpio instalado cerca de la estación de tren.

Al calor de aquella pujanza también había ocio como el teatro y el cine, los bares y las fiestas. No faltaba el trabajo y eso se reflejaba en la economía e incluso en los ánimos. Además eran tiempos de libertades, revoluciones e innovaciones sociales, técnicas y artísticas. Salíamos con enormes ganas de aquellas nefastas pérdidas de las últimas colonias, la monarquía autoritaria de Alfonso XIII y el estigma del juicio del Huerto del Francés... así que teníamos motivos para celebrar.

Preciosos paseos junto a la fábrica y el tren. La barca iba al mismo ritmo lento pero constante de la época. Aquí unas muchachas vestidas de la época a la orilla del río para zarpar hacia la otra orilla.

Hoy, comenzamos a despegar de otra crisis. ¿Podremos alcanzar aquellos maravillosos momentos?

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