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domingo, 11 de abril de 2021

Buscando en el baúl de los recuerdos...

Hay muchas veces que la nostalgia, la añoranza y el un simple suspiro en un momento recordado hace que vayamos de nuevo a ese álbum, ese cajón o esa caja de membrillos a rescatar aquellas fotos de momentos felices y, sobre todo, de personas que jamás desaparecerán de nuestro corazón.

Otras veces nos embarcamos en la búsqueda de nuestros antepasados y somos cada vez más que queremos saber de nuestro árbol familiar y rescatamos fotos, documentos y datos de diversos archivos, álbumes y lugares... 

En ocasiones, como pasa en este blog a menudo, un documento que parece no tener relevancia nos abre un mundo de posibilidades para descubrir cosas nuevas del pasado y datos nuevos que desconocíamos de nuestra familia. Pasamos a enseñaros algunos de estos documentos que quizá tengáis y nunca prestasteis atención. ¿Nos enseñáis las vuestras?



Las estampitas de comunión dan algunos datos importantes, como dónde se encontraban esos familiares con esa edad o posiblemente dónde se asientan sus datos eclesiásticos. Sobre estas líneas las de mis padres.

Los libros de familia son extensos datos sobre nuestros antepasados con fechas y nombres completos. Aquí el libro de familia numerosa de mis abuelos maternos.
 
Había otros muchos documentos que pueden darnos datos como las cartillas de los trabajadores de RENFE con la que sus familiares podían viajar gratis. Un beneficio que era todo un privilegio.

 

Sobre todo, los DNI nos daban más información antes, incluso que ahora, indicando el nombre de los padres, fecha de nacimiento e incluso lugar de nacimiento. Bajo estas líneas los carnets de dos de mis bisabuelos Villadiego Rodríguez Lorenzo y Enrique Cruz Arroyo, padres de mi abuela materna María de Villadiego Cruz Rodríguez.



También podemos encontrar información en periódicos, en cuanto a bodas, esquelas, asignación de puestos del estado como médicos o maestros...
En antiguas postales podemos encontrar no solo direcciones y fechas, sino los propios sentimientos de aquellos antiguos familiares y sus amistades. Bajo estas líneas la foto-postal de un doctor que consiguió sanar la maltrecha pierna del padre de Paquita Sánchez, mujer de Antonio Linares. Magnífica imagen del doctor, muy de la época de principios de siglo, agosto de 1906.


Sobre lugares y posesiones, cultivos y demás datos geográficos se puede consultar on line el Catastro de Ensenada. Aquí el principio de las páginas dedicadas al por entonces "despoblado de Almenara" que gozó de jurisdicción propia independiente del término de Peñaflor.

Esta otra es la primera página dedicada al propio pueblo de Peñaflor.

También en los diarios y anuarios de comercio hay magníficos datos de negocios, números de teléfonos antiguos y gremios. Son las antiguas páginas amarillas. Tienen datos asombrosos del desarrollo de nuestro pueblo.

También son relevantes los recuerdos de defunción: unas esquelas en forma de estampilla con oraciones que se entregaban durante el funeral, para el recuerdo del difunto y sus datos. En esta curiosa estampilla de plena guerra civil se recuerda a un personaje que murió en Peñaflor y dio nombre a una de sus calles, la actual calle Arroyo, antigua Brigada Martín Conde.

Algunas acciones de empresas y compañías antiguas como nuestra mina de cobre también nos dan datos curiosos.

Documentos oficiales con firmas y nombres como estas escrituras que otorgan un nombramiento o una posesión a uno de los primeros colonos fundadores de nuestros pueblos de colonización de Vegas de Almenara.

Documentos manuscritos como los padrones pueden darnos fidedigna información de habitantes, posesiones y demás. Esto es un padrón de armas de Peñaflor publicado en el blog de Emilio J. Navarro en su blog "Entre Dos Ríos". En el Archivo Municipal de Écija se conserva una interesante documentación sobre la villa de Peñaflor fechada en el año de 1636.

Recuerdos de ceremonias importantes como esta primera misa de un sacerdote también nos dan datos sobre el momento y el lugar, tanto así como de la persona en cuestión.


A parte de estas fuentes que se podrían considerar secundarias, son los propios archivos civiles y religiosos donde se recoge la mayor cantidad de información sobre nuestros ancestros. En concreto podremos buscar en los archivos civiles nacimientos, matrimonios y defunciones desde 1870 a la actualidad. En la iglesia donde asentaron a los familiares que buscamos bastante más atrás en el tiempo, encontrando bautizos, matrimonios (y expedientes matrimoniales con muchos más datos), confirmaciones, padrones- callejeros y defunciones hasta el siglo XV o XVI cuando empezaron a hacerse necesario y obligatorio para las parroquias recoger los datos de sus feligreses. En concreto en Peñaflor comienzan a asentarse datos continuados desde 1613 aunque algunos legajos son mucho más anteriores, pero no siguen una continuidad.
¿Os animáis a escarbar sobre ese pasado que nos ha traído hasta aquí?

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