Los Carnavales son momentos que aprovechamos para sacar una parte latente de nosotros, la parte mas canalla y surrealista para enfundarnos en un traje que por un día nos transforme y evada de nuestra identidad.
Antiguamente esto era más acentuado, y lo divertido era que no nos reconociesen, como la máscara veneciana, aunque pasado el periodo más represivo (recordad en la entrada del año pasado) cuando prohibían ir con la cara cubierta, se estilaba también la coplilla reivindicativa y crítica, naciendo así las primeras murgas de Peñaflor.
En los últimos años el empuje del carnaval de Cádiz ha revitalizado la creación de nuevas Chirigotas locales como "Los Mijitas", "Las niñas del Algodón Dulce" y este año con "De lo bueno, lo mejor". Seguro que recordáis alguna más antigua como aquellas azafatas "Los Conejos Voladores" con Juan y Lolo Osuna o José Agredano, entre otros.
En los años 60 por la calle Blas Infante, las hermanas Loli y Teresa Fernández irreconocibles tras sus máscaras de carnaval.
Otro año de Carnaval, 3 irreconocibles máscaras: las hermanas Balbina (mi abuela), Teresa y Loli Fernández Dantas en los arreates de los pisos frente a la guardería. Pronto buscaban algo que ponerse para no perderse ese día tan especial.
Cualquier momento es bueno para pasarlo entre risas. Aquí entre hijas, nietas y bisnieta.
Gracias por se así.
Buenas comentarte que la mujer que acompaña a las hermanas balbina es mi abuela Pepa Wenceslao,mujer de Angel Linares,un saludo
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