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domingo, 4 de febrero de 2018

La Calle Largo: Aquellos paseos de miles de historias

Llegadas las 400.000 visitas (¡Quién lo diría hace 6 años!) me propuse regalaros una entrada especial y, tras algo de esfuerzo, al fin tenéis lo que tenía en mente:

Hablar de esta calle emblemática en Peñaflor es símbolo de recuerdos. Aquellos que huelen a antiguo y a los bares con más solera o a garbanzos tostados... que suenan al murmullo de la gente que iba al cine o al teatro, que paseaba en pareja o amigos hacia la antigua feria, de la Semana Santa, la Cabalgata y la Romería, del sabor de las tapas y las copas, del helado de mi familia y los barquillos, de un buen café... y los colores de la infancia, de las luces y la plaza al atardecer...

Todo eso y más encierra esta calle, arteria principal de nuestro pueblo desde la antigüedad, que viene de Córdoba y fluye hacia Sevilla, desde la estación de tren a la Viña pasando por la calle San Pedro que quedaba al otro lado del arroyo de Las Moreras.

A continuación he recogido en un esquema todos los comercios y casas que podéis recordar sobre la calle Largo en nuestra historia reciente. Esta vez os pediré que aumentéis la imagen y preparaos para que os envuelvan los recuerdos. Seguro que antes que estos hubo otros. ¿Quién recuerda más?


Algunas fotos que aparecen en nuestro vídeo especial:

La casa Cuartel de la Guardia civil, conocida hoy como Casa Palacio/ antiguo cuartel, estaba ubicada en la confluencia entre la calle Largo y la Calle del Pozo (hoy Aviador Carmona). Aquí una representación de los miembros del cuerpo de los años 60s en nuestro pueblo, mientras celebraban la comunión de una de sus hijas en el Cine Bello.

La Estación, punto de partida y final de los paseos por la calle largo, con sus Kioscos, la cantina, el Bar Vikingo y sobre todo la Feria Antigua y sus puestos de Jeringos como el de Rosita.

Amigas en sus paseos de por las tardes de camino a la estación. Imagen típica que ya no se repite.

Una imagen costumbrista del antiguo aspecto del Convento San Luis del Monte en los 50's. Se puede ver un carro tirado por un burro, uno de los pocos vehículos de la época por las acalles.

Los jóvenes y no tan jóvenes se reunían en torno a una mesa en la feria o bares, así como a dar un paseo. Aquí Mi tio Antonio Fernández Danta a la izquierda, atravesando el arco de la antigua feria al final de la calle Largo.

El Casino o Club de Cabezas de Familia estaba en lo que hoy es la Mercería de Elena.

El bar con más historia y solera de Peñaflor, el Bar central y una imagen típica de sus rincones:

A la puerta del Convento en un domingo de Ramos están: 

La pequeña Paquita Sánchez (a la derecha) pasea con su tía y prima en los 50s, muy cerca del Convento San Luis del Monte.
El Convento en Navidad era un hervidero de gente, sobre todo de las niñas que convivían con las hermana de la Cruz que se ubicaban allí, antes de su traslado a su convento actual.


Dos imágenes de este mítico lugar, el Bar Central, cuyo origen, hace varias generaciones d ela misma familia, lo avalan. Sabor genuino y selecto ayer y hoy. 

Una bonita vista de la calle Real/ Mayor/ Larga o Largo/ Juan Carlos I desde una de las casas cerca de la confluencia de esta calle con la calle Blancaflor, lo que todos lamaban "El Cantillo" y hacia abajo con la calle Arenillas/ Antonio Machado/ Madre María Purísima actual.
Una escena que se repite aún hoy con más fuerza si cabe es la de los altares del Corpus Christi, las juncias por los adoquines y el olor a incienso en sus calles.
El cine de Bello era lugar de encuentro y celebración no solo de Películas que proyectaban en su cine de invierno o en el de verano, sino de eventos como Bodas, Bautizos y Comuniones.
Esta imagen de la calle largo en los 70s nos muestra la puerta del cine Bello con los carteles de sus proyecciones en el tablón de su pared y los bellos balcones y ventanales que aún lucen sus casas, algunas de hace 3 siglos.


Personajes entrañable que podían verse por sus calles como La Lola "Mixtos" y su marido el Lolo que, aunque vivían en su choza en "El Egido" al norte del pueblo, estaban siempre por la calle Largo.

Era ésta una calle donde se vivía, se trabajaba y divertía entre amigos, pareja o familia. Aquí una cómica escena con un carro y varios amigos.


Otro entrañable perdonaje era Gragorio, al que dedicamos una entrada completa anteriormente. Aunque su lugar era la tienda de Carmela Ruis, en el Cantillo, siempre se le veía en la calle largo o de camino a misa y otros eventos religiosos.
Otra estampa típica por la calle Largo eran los monaguillos, muy numerosos por entonces, o los seminaristas que tanto impulsó D. José "El Cura".

Escena de los Carnavales de hace un lustro con el típico desfile de máscaras junto a la charanga por la calle Largo de camino al recinto Ferial donde se celebra hoy día. Antes era en la Plaza de España, donde se montaba un tablao para tal efecto.

La que fue la Casa de Blas Infante en Peñaflor al casarse con su mujer, Angustias, una peñaflorense. Luego ha sido la renombrada tienda de "La Ciudad de Málaga" o el Hostal de la familia Santisteban Serrano, hoy la casa propia de la familia. 



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