En este año escolar tan extraño, con las clases desde casa, las nuevas tecnologías del teletrabajo y demás parafernalia, llegamos al fin de curso con mucha incertidumbre, Pero... ¿cómo hubiese sido esta situación en aquellos años 50's? Inimaginable.
Lo que es verdad es que se vivía de otra manera y que con lo poco que tenían hacían milagros para que la alegría reinara en aquella España.
Hoy os traigo una foto que nos ofrece Conchi Osuna, del fin de curso de 1958 de la clase de Doña Rosario:
En la final superior están, de derecha a izquierda: Ana Mª López Franco, Fani García, Doña Rosario Parrilla, Mª Pepa Fernández, Adela, Angelita Tellez y Mª Flor Perez (que vivía en la Mina).
En la segunda fila: "Soriano", Mª Carmen Fernández, Loli Guerra, Paquita Buenafuente, Pepita Ortega, Conchi Osuna, Manoli Villarino Toñi Montoro, Puri Naranjo, Adela Naranjo y Loli.
En la siguiente fila: La hija de D. Romón Marín (maestro), Mª Carmen Lopera, Ani Arroyo, Angelita (Hija de Fabián), Remedín Hernández (hija de Teléfono y mujer de Cabrera) y su hermana Mariquita, Carmela Muñoz (Melliza), Mª Teresa Mendoza (Hija de Octavio), Mª Eugenia González, Sete (Andrea), Mª Carmen Fuentes, Úrsula Lopera, Josefina Luján, y las hermanas Martina y Mari Loli Fernández Sánchez.
Os invito a buscar en vuestros cajones y cajas de membrillo estas antiguas fotos de grupos de amigos, de colegio, de fiestas... y que participéis en este inmenso banco de imágenes que se van publicando poco a poco para vuestro deleite. Cada una tiene su historia, su anécdota que la hace un tesoro y sobre todo por tanta gente de nuestro pueblo y sus recuerdos.
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domingo, 21 de junio de 2020
sábado, 13 de junio de 2020
¡Que no se pierda el saber popular!: El Milagro de San Antonio
Ayer, 13 de junio, como cada año, se celebró el día de San Antonio de Padua. Este Santo, de los primeros en ser reconocido como tal por la Iglesia es conocido por ser el santo que se invoca cuando hemos perdido algo y deseamos recuperarlo, es uno de los santos que concede favores románticos y es considerado “el santo patrón de todos los enamorados”. Se cree que San Antonio nació en el año 1191 en Lisboa, Portugal.
En una de tantas tardes escuchando sus palabras, siempre sabias, me contaba que, de repente, algo le recordó la letra de una canción que cantaba su madre mientras cosia en la puerta junto a las vecinas, allá en la Puebla, en el entorno de la ermita de Santa Ana y la calle de la Amargura.
Escena de Juglares Medievales que llevaban los relatos al pueblo llano, yendo ciudad por ciudad relatando hechos heróicos y noticias verdaderas y adornadas para el deleite de los que los escuchaban. Los pastores de la transhumancia aprendían muchos de esos relatos y los transmitían en su ir y venir por las rutas ganaderas de España.
La canción o poema resultó ser "La Canción de los Pajaritos" o "El Milagro de San antonio" (una versión) que recitó, como hacían los juglares, durante tres minutos sin equivocarse un ápice, a pesar de contener multitud de nombres y de versos difíciles de aprender.
Pero yo, como maestro, sé que esas letras aprendidas con la emoción y el cariño nunca se borran de una mente, aunque el tiempo o la enfermedad pasen factura. Están guardadas en el cofre especial de los sentimientos, como un olor, un sabor o la música.
Mi abuelo hace poco se marchó, pero me dejó el gran legado de sus enseñanzas de vida.
Os voy a dejar tanto el audio con su propia voz como la transcripción de la misma poesía.
Estos cantares de pastor y juglares se transmitían de forma oral en reuniones y fiestas, como la Zandinga en la Candelaria, o tantas y tantas canciones religiosas en las romerías y celebraciones.
Éstas despertaban sentimientos y se fijaban en los recuerdos de aquellos momentos de la infancia, perteneciendo a un patrimonio inmaterial que no debe olvidarse.
Por eso me viene como anillo al dedo, porque combina en uno de mis propios recuerdos ambas cosas que se le atribuyen: invocándolo para el amor (en toda su extensión) y para las pérdidas de recuerdos, de cosas importantes, de personas queridas... Y es que en mi mente brotó como un venero un recuerdo con una de las personas que ha influido más en mi vida, mi abuelo:

La canción o poema resultó ser "La Canción de los Pajaritos" o "El Milagro de San antonio" (una versión) que recitó, como hacían los juglares, durante tres minutos sin equivocarse un ápice, a pesar de contener multitud de nombres y de versos difíciles de aprender.
Pero yo, como maestro, sé que esas letras aprendidas con la emoción y el cariño nunca se borran de una mente, aunque el tiempo o la enfermedad pasen factura. Están guardadas en el cofre especial de los sentimientos, como un olor, un sabor o la música.
Mi abuelo hace poco se marchó, pero me dejó el gran legado de sus enseñanzas de vida.
Os voy a dejar tanto el audio con su propia voz como la transcripción de la misma poesía.
Estos cantares de pastor y juglares se transmitían de forma oral en reuniones y fiestas, como la Zandinga en la Candelaria, o tantas y tantas canciones religiosas en las romerías y celebraciones.
Éstas despertaban sentimientos y se fijaban en los recuerdos de aquellos momentos de la infancia, perteneciendo a un patrimonio inmaterial que no debe olvidarse.
Antonio, divino Antonio
Suplicare a Dios
Inmenso
Que por su gracia
divina
Alumbre su
entendimiento.
El tenía un huerto
donde allí cogía
Cosecha de fruta que
el tiempo traía.
Pero un domingo en
la mañana,
Como siempre
acostumbraba
Se iba su padre a
misa,
(Cosa que nunca
olvidaba) diciendo:
¡Ven acá
Antoñito, ven acá hijo amado…!
¡Que tengas cuidado
de los pajaritos!
Mientras que yo esté
en misa
Gran cuidado haz de
tener,
Mira que los
pajarillos
Todo lo hechan a
perder.
Entran en el huerto,
pican el sembrado
Y por eso te encargo
que tengas cuidado.
Pues desde que vio
venir a su padre
Todos los mandó
callar
Tocó su padre a la
puerta y le dijo: - ¡Ven acá!
Ven acá hijo amado,
ven acá Antoñito…
¿Haz cuidado bien
de los pajaritos?
Para que mejor pudiera cumplir
con mi obligación
Todos los tengo
encerrados dentro de una habitación.
Desde que vio su
padre milagro tan grande
Al señor obispo
fueron a avisarle.
Ya viene el señor
obispo con un gran acompañamiento.
Todos quedaron
admirados al ver tan grande talento:
Abrieron ventanas y
puertas a la par,
por ver si las aves
se querían marchar.
Y entonces le dice
Antonio:
Señores nadie se agravie,
Pero los
pájaros no se salen
Hasta que yo no
lo mande.
Se pone en la puerta
y les dice:
Escuchad pajaritos, ya podéis
salir:
Salgan cigüeñas
con orden,
Gurropatos y
andarríos,
Avutardas y
abulones,
salgan gurrafas
sin nido,
y los
chazmarines
y los
verderones
y las cogujadas
y los gorriones
Salga la
avetarda, salga la perdiz
Salga el
aguanieves y la codorniz.
Y al tiempo de alzar
el vuelo cantaron con alegría
Despidiéndose de
Antonio y de toda su compañía.
¡Marcharos por el monte y
dejad el sembrado
Que mi padre me
ha dicho que tenga cuidado!
Fijaos lo curioso de la forma de nombrar a esas aves tan autóctono, no como se les llama comunmente sino popularmente en nuestro entorno. Yo la transcribí tal cual pues la tradición oral tiende a adapatar los vocablos a su forma de hablar y entender la historia, modificándola.
Mi abuelo y yo, en 1991. Siempre me fascinaron sus andanzas desde niño en aquel momento tan hostil y cómo cada una de sus medidas palabras tenían algo que enseñar.
Vaya esta entrada para proteger ese legado inmaterial que nos dejaron nuestros mayores y para que jamás lo borre el tiempo.
domingo, 7 de junio de 2020
¡ Viajeros al tren !: El Ferrocarril en Peñaflor (1861-1865) en "El Album del Viajero"
Hoy es una de esas entradas en las que os ofrezco historias de nuestro pueblo de esas más desconocidas, publicaciones poco usuales, y sobre todo una visión singular de nuestro pueblo en otro tiempo. Me refiero a la lustración de la llegada del ferrocarril a nuestro pueblo y todo lo que supuso, para bien y para mal. Ya leeréis a qué me refiero...
En este documento de 1861 (ya ha llovido desde entonces) se da una visión de nuestro pueblo desde el estrenado ferrocarril y, entre otras cosas, se describe cómo tuvo que ser derruido parte del Convento de San Luis del monte y 17 casas para realizar el trayecto del "caballo de hierro". Menos mal que el pueblo se levantó en contra del derrumbe total y salvaron la capilla (actual parte del convento que subsiste). Por la fecha que nos escribe el aspecto que muestra es desolador.
En este "Album del Viajero por el Ferrocarril de Córdoba a Sevilla" de Carlos Santigosa, veremos uina serie de litografías exquisitas de cada estación de dicho trayecto (dinujos de L. Mariani). Yo os pongo las referidas a nuestro pueblo, igual que el extracto de información sobre nuestro término.
Aumentadlo, porque es digno de ver. Son tres láminas de una total de 13 metros que abarca cada estación de tren entre Córdoba y Sevilla:
En 1865 aparecían una serie de documentos muy interesantes para hacernos una idea de cómo era el ambiente y la vida en torno al ferrocarril en Peñaflor:
Por último os traigo las tarifas de 1965 de los trayecto con respecto a la estación central de Sevilla. Moneda expresada en reales y céntimos de real.
Para Peñaflor costaba 37 reales con 60 centimos en primera clase, 28 reales con 80 centimos en segunda clase y 17 reales para pasajeros de tercera clase.

Foto del ferrocarril parado en la estación de opeñaflor a principios de 1900. Ya están en uso los dos embarcaderos que poseía Peñaflor: uno era el embarcadero de la mina La Preciosa, que se ve al fondo (actualmente desaparecido) y otro el de la Fábrica de Harinas y tejidos de Yute "Hermanos de Peña y Primo", luego "Sánchez Pastor". Se pueden ver varios vagones en dichas vías anejas en primer plano.
En este documento de 1861 (ya ha llovido desde entonces) se da una visión de nuestro pueblo desde el estrenado ferrocarril y, entre otras cosas, se describe cómo tuvo que ser derruido parte del Convento de San Luis del monte y 17 casas para realizar el trayecto del "caballo de hierro". Menos mal que el pueblo se levantó en contra del derrumbe total y salvaron la capilla (actual parte del convento que subsiste). Por la fecha que nos escribe el aspecto que muestra es desolador.
En este "Album del Viajero por el Ferrocarril de Córdoba a Sevilla" de Carlos Santigosa, veremos uina serie de litografías exquisitas de cada estación de dicho trayecto (dinujos de L. Mariani). Yo os pongo las referidas a nuestro pueblo, igual que el extracto de información sobre nuestro término.
Aumentadlo, porque es digno de ver. Son tres láminas de una total de 13 metros que abarca cada estación de tren entre Córdoba y Sevilla:
Aunque no se aprecia muy bien, puede verse al fondo la ermita de Villadiego con su torreón y la estampa típica de sus contronos. Abajo el trabajo de los picapedreros y hombres de mantenimiento de las vías del tren.
A la boca de "El Metro" en la salida del Arroyo de las Moreras, se ve imponente la estampa de la iglesia de San Pedro Apóstol entre las casitas blancas. Es de apreciar el camino a la izquierda del arroyo y la cancela a lo que luego fue el molino de aceite y la Huerta contigua a "La Viña" y al yacimiento de Celti. Se aprecian diversos árboles que parecen ser olivos...
...Y aquí está nuestra estación de ferrocarril con su caracteristica silueta de entonces y una antigua máquina de vapor con mercancias. A la izquierda se aprecia una caseta de suministro de agua y el convento de San Luis del Monte. Más a la izquierda parece ser la casa que luego se convirtió en el "Cine de Bello". Se ve a la derecha el inicio de "El Encinar" y el resto de la sierra, El turuñuelo y Malapie. En primer plano se ve la zona del otro lado de las vías, en un tiempo en que aún no existía la fábrica de Harinas, y hombres vestido a la moda de la época.
A continuación os pongo el extracto donde describe todo lo que puede ver el viajero al paso del ferrocarril e incluso dentro de Peñaflor y su término.
¡Espero lo disfruten tanto como yo!
En esta siguiente foto nos muestran las distintas estaciones desde
Sevilla a Córdoba con todos los jefes de estación asignados, con sus
nombres y los kilómetros entre ellas. Muy interesantes.
En la siguiente imagen vemos con curiosidad las normas para los viajeros de aquella época para las distintas clases de pasajeros, mujeres, equipajes...Por último os traigo las tarifas de 1965 de los trayecto con respecto a la estación central de Sevilla. Moneda expresada en reales y céntimos de real.
Para Peñaflor costaba 37 reales con 60 centimos en primera clase, 28 reales con 80 centimos en segunda clase y 17 reales para pasajeros de tercera clase.
Foto del ferrocarril parado en la estación de opeñaflor a principios de 1900. Ya están en uso los dos embarcaderos que poseía Peñaflor: uno era el embarcadero de la mina La Preciosa, que se ve al fondo (actualmente desaparecido) y otro el de la Fábrica de Harinas y tejidos de Yute "Hermanos de Peña y Primo", luego "Sánchez Pastor". Se pueden ver varios vagones en dichas vías anejas en primer plano.
domingo, 31 de mayo de 2020
Nuestros apodos: Molinero
En cuestión de apodos es común a lo largo de la historia que, con el tiempo, esa forma de definir a una persona y su familia acabasen convirtiéndose en apellidos. Sus cracterísticas físicas reseñables (rubio, bajo, moreno...), el lugar de procedencia (Madrid, Sevilla...) o los oficios que ejercían (vaquero, zapatero, pastor...) y en nuestro caso molinero tiene un origen como apodo común a este proceso, aunque hoy en día con apellidos ya definidos no suele sustituir a estos de forma legal, pero sí muy reconocidos de forma local. Mucha gente no es conocida por sus apellidos reales, sino por los motes y apodos de su familia o incluso por el nombre de su antepasado más reseñable: "Las Paulas", "Los Baltasares", "la Benita"...
El mote al que nos dedicamos hoy "Molinero" tiene origen en ese oficio que tuvo Carmelo Pérez Tello, padre de Gregorio, Carmen y Miguel Pérez Estévez.
Este primer "Molinero" de Peñaflor lo fue por venir, desde Casetas (Zaragoza), a trabajar como jefe molinero en la fábrica de Harina que pertenecía a los hermanos Sánchez Pastor en Bélmez (Córdoba).
En 1926 es trasladado a nuestra fábrica de harina en Peñaflor, para ejercer el mismo oficio tras ser reconstruida después del fatidico incendio.
Aquí se casó, vivió y tuvo tres hijos, que siguieron ejerciendo también el oficio hasta el cierre de la fábrica.
Entonces, se dedicaron también a la molienda pero de aceite de Oliva en un molino que hoy en día está inactivo.
A lo largo de la vida, adaptarse bien a las circunstancias es símbolo de triunfo y esta familia se tuvo que volver a adaptar al extinguirse esta producción de aceite y por ejemplo Miguel comenzó a trabajar, entre otras cosas, primero como fabricante y distribuidor de nieve a los bares del pueblo desde la casa familiar que estaba frente al convento (Lo que hoy son las dos casa de Francisco Espino y su mujer, que es parte de esta familia y la de Antonio Lopera). Junto a este oficio nuevo con su pozo productor de nieve hacían polos de sabores. Toda una novedad en la época. Más tarde Miguel trabajó como distribuidor de bebidas.
Los hijos de éste, Pedro y Carmelo, también fueron y son conocidos por este trabajo como distribuidores de cerveza Estrella del Sur y refrescos. Tuvo también una hija, Mari Ángeles.
Gregorio se dedicó a la mecánica en Sevilla junto a sus hijos Carmelo, Rafael "Falete" y Gregorio "Grisca" y tuvo también a su hija Mercedes.
Pero antes de ejercer de mecánico, Gregorio estuvo encargado del proyector del cine de Bello, una vez que dejó el oficio Antonio Reina al casarse con Aurora.
La hermana de Gregorio y Miguel, Carmen, era una buena costurera conocida en el pueblo. y tuvo a su vez dos hijos varones y una hija, Mari Carmen, que sigue viviendo en parte de la antigua casa familiar.
En la siguiente foto podemos ver a Miguel con su característico moto-carro mientras transportaba su bebida por las calles empedradas de Peñaflor. Por un tiempo estuvo trabajando con él Pepe García "El fontanero", muy joven en esta foto. Se pueden apreciar las cajas de madera con la marca de Cerveza "Estrella del Sur".
Otros trasbajadores que ejercieron junto a Miguel distribuyendo la bebida fueron Alonso Molina y Juanito García, hermano de Pepe García.
Aquí dos fotos muy caracteristicas del trabajo que ejerció esta familia durante años y que dio nombre a su apodo tan conocido en Peñaflor:
Aquí una publicidad de los años 80's de la empresa distribuidora de bebidas de Miguel "El molinero".
El mote al que nos dedicamos hoy "Molinero" tiene origen en ese oficio que tuvo Carmelo Pérez Tello, padre de Gregorio, Carmen y Miguel Pérez Estévez.
Este primer "Molinero" de Peñaflor lo fue por venir, desde Casetas (Zaragoza), a trabajar como jefe molinero en la fábrica de Harina que pertenecía a los hermanos Sánchez Pastor en Bélmez (Córdoba).
En 1926 es trasladado a nuestra fábrica de harina en Peñaflor, para ejercer el mismo oficio tras ser reconstruida después del fatidico incendio.
Aquí se casó, vivió y tuvo tres hijos, que siguieron ejerciendo también el oficio hasta el cierre de la fábrica.
Entonces, se dedicaron también a la molienda pero de aceite de Oliva en un molino que hoy en día está inactivo.
A lo largo de la vida, adaptarse bien a las circunstancias es símbolo de triunfo y esta familia se tuvo que volver a adaptar al extinguirse esta producción de aceite y por ejemplo Miguel comenzó a trabajar, entre otras cosas, primero como fabricante y distribuidor de nieve a los bares del pueblo desde la casa familiar que estaba frente al convento (Lo que hoy son las dos casa de Francisco Espino y su mujer, que es parte de esta familia y la de Antonio Lopera). Junto a este oficio nuevo con su pozo productor de nieve hacían polos de sabores. Toda una novedad en la época. Más tarde Miguel trabajó como distribuidor de bebidas.
Los hijos de éste, Pedro y Carmelo, también fueron y son conocidos por este trabajo como distribuidores de cerveza Estrella del Sur y refrescos. Tuvo también una hija, Mari Ángeles.
Gregorio se dedicó a la mecánica en Sevilla junto a sus hijos Carmelo, Rafael "Falete" y Gregorio "Grisca" y tuvo también a su hija Mercedes.
Pero antes de ejercer de mecánico, Gregorio estuvo encargado del proyector del cine de Bello, una vez que dejó el oficio Antonio Reina al casarse con Aurora.
La hermana de Gregorio y Miguel, Carmen, era una buena costurera conocida en el pueblo. y tuvo a su vez dos hijos varones y una hija, Mari Carmen, que sigue viviendo en parte de la antigua casa familiar.
En la siguiente foto podemos ver a Miguel con su característico moto-carro mientras transportaba su bebida por las calles empedradas de Peñaflor. Por un tiempo estuvo trabajando con él Pepe García "El fontanero", muy joven en esta foto. Se pueden apreciar las cajas de madera con la marca de Cerveza "Estrella del Sur".
Otros trasbajadores que ejercieron junto a Miguel distribuyendo la bebida fueron Alonso Molina y Juanito García, hermano de Pepe García.
Aquí dos fotos muy caracteristicas del trabajo que ejerció esta familia durante años y que dio nombre a su apodo tan conocido en Peñaflor:
Publicidad de la época más antigua de nuestra fábrica de Harina. En este caso antes de pertenecer a los hermanos Sánchez Pastor, a sus antiguos propietarios "Sobrinos de Peña y Primo".
Foto de la fábrica de Harinas y Tejidos de Yute en activo. Se puede apreciar el agua del río a través de la azuda, antes de que cambiase su curso por la crecida de 1963. Con la energía hidroeléctrica se movía un antigio molino de harina en la orilla del río y luego la enorme turbina de la Aceña para comvertirla en energía eléctrica que movía máquinas y telares, además de dar luz a peñaflory la Puebla de los Infantes. Todo esto fue inviable a partir de esa enorme crecida que desvió el río más abajo.
Publicidad de la fábrica de Harinas ya con los propietarios Sánchez Pastor (uno de los hermanos, Epifanio) aparecida en la revista de Feria de Peñaflor de 1958.
domingo, 24 de mayo de 2020
Los paseos con Don Narciso
Corrían mediados de los 50's cuando al cura Don Narciso también movió a la juventud en multitud para celebrar las distintas fiestas litúrgicas del año, así como llegar a ellos mediante la diversión de salidas y celebraciones propias de los movimientos religiosos tan integrados en la educación de entonces. Un caso de estas celebraciones era la fiesta del trigo en la que muchas personas se desplazaban a capillas particulares como la de Parias o la de Moreno de la Cova en la Vega y procesionaban pequeñas imágenes que custodiaban en ellas. Igualmente se celebraban así corpus Christi y numerosas conmemoriaciones como la Milagrosa, la Inmaclada Concepción en el mes de María (Mayo) o los Santos Mártires (10 de junio).
A aquellas excursiones y celebraciones iban también las maestras y catequistas que formaban a estos grupos.
Da la casualidad que las fotos que os traigo hoy son de dos fuentes distintas y una de ellas me dio norte de la causa de esas reuniones y lugar que, hacía tiempo, aún no podía concretar.
Las fotos pertenecen al fondo de Conchi Osuna y Pepe García "el Fontanero" y los hermanos Cleries, petnecientes a su tías "Celestina", Ana Carranza y hermana.
El lugar, la capilla de Fátima del "Cortijo colorado" al otro la do del río, muy cerca de El Calonge, al que llegaban en barca en las que entonces transitaban el guadalquivir, tanto la grande como la pequeña de Anacleto y luego de Adolfo y Fernanda. También se puede llegar as pie por el camino que cruza el puente sobre la via del tren hacia la Presa de Peñaflor.
Nos aclara Cristóbal Bajo, antiguo sacristán en Peñaflor, que esta capilla no tiene que ver con la de San Miguel de El Calonge (como creíamos en un principio) sino que es una capilla que se construyó por mediación del cura Don Virgilio (Capellán de la Virgen de Belén nacido en Palma del Río) en las tierras de "La Viuda".
Podéis saber más de este sacerdote ejemplar de Palma del Río en el siguiente enlace:
Virgilio Valle Pérez (Cordobapedia)
Como curiosidad, este pueblo del El Calonge siguió conservando el mismo patrón de la iglesia del pueblo del que provinieron todos sus habitantes al construirse este pueblo y ser desplazados de Bujaraiza (Jaén), cuando desaparecío bajo las aguas del pantano junto a las aldeas de Las Lagunillas, Las Cabañuelas y El Aguadero.
A aquellas excursiones y celebraciones iban también las maestras y catequistas que formaban a estos grupos.
Da la casualidad que las fotos que os traigo hoy son de dos fuentes distintas y una de ellas me dio norte de la causa de esas reuniones y lugar que, hacía tiempo, aún no podía concretar.
Las fotos pertenecen al fondo de Conchi Osuna y Pepe García "el Fontanero" y los hermanos Cleries, petnecientes a su tías "Celestina", Ana Carranza y hermana.
El lugar, la capilla de Fátima del "Cortijo colorado" al otro la do del río, muy cerca de El Calonge, al que llegaban en barca en las que entonces transitaban el guadalquivir, tanto la grande como la pequeña de Anacleto y luego de Adolfo y Fernanda. También se puede llegar as pie por el camino que cruza el puente sobre la via del tren hacia la Presa de Peñaflor.
Nos aclara Cristóbal Bajo, antiguo sacristán en Peñaflor, que esta capilla no tiene que ver con la de San Miguel de El Calonge (como creíamos en un principio) sino que es una capilla que se construyó por mediación del cura Don Virgilio (Capellán de la Virgen de Belén nacido en Palma del Río) en las tierras de "La Viuda".
Podéis saber más de este sacerdote ejemplar de Palma del Río en el siguiente enlace:
Virgilio Valle Pérez (Cordobapedia)
Como curiosidad, este pueblo del El Calonge siguió conservando el mismo patrón de la iglesia del pueblo del que provinieron todos sus habitantes al construirse este pueblo y ser desplazados de Bujaraiza (Jaén), cuando desaparecío bajo las aguas del pantano junto a las aldeas de Las Lagunillas, Las Cabañuelas y El Aguadero.
En esta foto posan los niños junto con D. Narciso en el centro. pudiendo distinguir a: Elias Simón, Sebastián "El Torero", Manolo Carranza (del telégrafo), José Luis Meléndez (hermano de Paqui de la Farmacia), Francisco Bajo Largo, Federico Reina, Manolo "Clarito", Manolo Osuna, Juanito "el del quiosco", Paquillo Muñoz "Lorilla" y su hermano Jose Antonio, Antonio "Clarito", Pepito "de la Filomena" y Francisco Buenafuente.
En las dos siguientes fotos pueden verse por otro lado al grupo de niñas de distintas edades acompañadas de Don Narciso al fondo y a algunas de sus maestras y formadoras. La señal corresponde a Ana Carranza "la Celestina" presente en ambas fotos. Puede verse una imagen de la Virgen de Fátima, con identicos adornos que en la foto de los niños, por lo que pudiese ser incluso el mismo día. Igualmente la imagen de a la izquierda lleva los mismos atributos y está en la misma posición.
¿Alguno de ustedes nos puede dar más datos de las dos últimas fotos?
sábado, 16 de mayo de 2020
Esta semana es San Isidro, patrón de Vegas de Almenara
Esta semana deberíamos haber celebrado las fiestas de San Isidro, patrón de nuestros pueblos de colonización. Esta feria ha tenido lugar cada año en vísperas cercanas al día 15, que conmemora a este patrón. Por las circunstancias no podrá ser así este año, pero no dejaremos de recordar la vida que nace de la misma tierra en estas nuevas poblaciones surgidas en los 60's.
Los primeros habitantes a los que se les asignó vivienda y parcela provenían de lugares como Jaén o Granada y otros les fueron asignados a habitantes autóctonos de Peñaflor por ser familias muy numerosas, de hasta diez hijos.
A raíz del trabajo de los primeros colonos y sus descendientes, las tierras de labor asignadas por parcelas fueron prosperando, desde unos comienzos bastante duros, donde las condiciones climatológicas y del suelo ponían difícil llevarlos hasta las cotas productivas que tienen hoy en día.
Los habitantes y propietarios de estas tierras se constituyeron en una Sociedad Agraria de Transformación, sobre todo de Naranja, para mejorar su competitividad e imagen del valioso producto que da esta tierra.
La primera Junta de Colonos de estas pedanías de Peñaflor, con funciones importantes dentro de la coordinación y organización de las nuevas poblaciones, fue constituida por:
D. Francisco Santisteban López (Presidente)
D. José Sánchez Pacheco (Secretario)
D. Francisco Chico García (vocal)
D. José Vera Gil (vocal)
La construcción de este poblado de Vegas de almenara se realizó conforme a los usos agrícolas y ganaderos de sus futuros habitantes, conformando las casas con una vivienda amplia, con las cuadras y zonas de aperos a la trasera de éstas. Muchas de estas viviendas han sido modificadas en la actualidad y, en ocasiones, segregadas en partes una vez adquiridas finalmente por sus propietarios.
Las calles, rectas y perpendiculares se distribuyen en cuadrícula en torno a la plaza principal (Plaza Mayor/ Plaza de los colonos) y la calle principal c/ San Francisco.
Los primeros habitantes a los que se les asignó vivienda y parcela provenían de lugares como Jaén o Granada y otros les fueron asignados a habitantes autóctonos de Peñaflor por ser familias muy numerosas, de hasta diez hijos.
Vista Satelital actual de Vegas del Almenara. Fotografía Google Maps 2019.
A raíz del trabajo de los primeros colonos y sus descendientes, las tierras de labor asignadas por parcelas fueron prosperando, desde unos comienzos bastante duros, donde las condiciones climatológicas y del suelo ponían difícil llevarlos hasta las cotas productivas que tienen hoy en día.
Los habitantes y propietarios de estas tierras se constituyeron en una Sociedad Agraria de Transformación, sobre todo de Naranja, para mejorar su competitividad e imagen del valioso producto que da esta tierra.
Video de presentación del SAT FRAJIMON en 2019.
La primera Junta de Colonos de estas pedanías de Peñaflor, con funciones importantes dentro de la coordinación y organización de las nuevas poblaciones, fue constituida por:
D. Francisco Santisteban López (Presidente)
D. José Sánchez Pacheco (Secretario)
D. Francisco Chico García (vocal)
D. José Vera Gil (vocal)
La construcción de este poblado de Vegas de almenara se realizó conforme a los usos agrícolas y ganaderos de sus futuros habitantes, conformando las casas con una vivienda amplia, con las cuadras y zonas de aperos a la trasera de éstas. Muchas de estas viviendas han sido modificadas en la actualidad y, en ocasiones, segregadas en partes una vez adquiridas finalmente por sus propietarios.
Las calles, rectas y perpendiculares se distribuyen en cuadrícula en torno a la plaza principal (Plaza Mayor/ Plaza de los colonos) y la calle principal c/ San Francisco.
Plano de Vegas de Almenara de principios de 1980.
Esta población surgió en aquella época en ese determinado lugar por la puesta en regadío de estas tierras, originariamente de secano, gracias al canal de derivación del Bembézar y presa del Retortillo, construidos a su vez con tal intención. Multitud de conductos más pequeños (acequias) guiaban el agua a través de las tierras limítrofes al gran canal, hasta la misma orilla del Guadalquivir. Hoy, la mayoría sino la totalidad de esta gran obra de ingeniería hidráulica está en desuso.
Planeamiento del canal de derivación del Bembézar. Plano de 1958. si lo ampliáis veréis a gran detalle su trazado desde el propio pantano del Bembezar, pasando por los términos de Peñaflor, Lora del Río y Alcolea.
Situación previa del Cortijo de Las Teresas antes de ubicar en él el poblado de colonización de nueva planta de Vegas de Almenara. Corresponde al trabajo topográfico de parcelación de 1958 del Instituto Geográfico y Catastral.
Podéis ver más sobre esta pedanía, sus habitantes y su historia en los siguientes enlaces:
Curioso proceso constructivo de la emblemática torre de Vegas de almenara en tres momentos. La última foto en la actualidad. 50 años aproximados desde su construcción.
Foto actual de Vegas de Almenara de "Peñaflor a vista de Dron"
domingo, 10 de mayo de 2020
Edificios singulares: La ermita de los Santos Mártires
Ubicada en una de las calles más antiguas de nuestro pueblo, la de Blancaflor, se sitúa esta ermita rupestre que guarda no solo una curiosa estructura interior y exterior, sino que forma parte de dos de las historias que nos da nuestra esencia legendaria y se enlaza con el propio nombre del pueblo.
Hablamos de la leyenda del martirio de San Críspulo (presbítero) y san Restituto (diácono), sobrino y tío. -también se cuanta que ambos trabajarían precisamente como canteros en la cantera que forma el enorme montículo de la calle Blancaflor con toda la morería hasta la calle cuevas y forma precisamente todas las cuevas y columbarios, incluido este.
Eran dos mozárabes de la comunidad que vivía en Peñaflor en tiempo andalusí, y como en una yihad, pero a la inversa, se abrazaron como muchos otros a un martirio voluntario en busca de la salvación divina.
Le leyenda de la flor blanca cuenta que del martirio de no de ellos, al ser degollado, una gota de su sangre cayó sobre una peña y cada mañana nacía de ella una flor blanca que, por mucho que empeñaban en contar, siempre volvía a rebrotar (una alegoría de la victoria espiritual cristiana frente al hereje y la muerte y resurrección) de ahí también el nombre de la calle.
Además de esta leyenda de esta ermita parte la leyenda de los pasadizos subterráneos que unirían los bajos de esta ermita con la cloaca de la antigua Celti Romana y de estas subiría hasta el yacimiento por la calle San Pedro hasta la ermita de la Encarnación.
Aunque fuese una leyenda simplemente, cuadraría con la comunidad mozárabe que se mantuvo en las inmediaciones del yacimiento mientras se habitaba de andalusíes el interior del castillo (lo que hoy es el barrio de la Morería) y con la utilización de la Ermita de la Encarnación como iglesia mozárabe en este lugar, manteniéndose desde tiempo romano y visigodo.
Esta ermita es de estilo barroco, y se compone de dos habitáculos interiores con una ligera variación en su orientación norte-sur, fruto de su construcción en distintas épocas.
El hecho de la existencia del túnel respondería a la celebración clandestina de misas mozárabes en periodo musulmán represivo, así como vía de escape hacia la zona exterior cristiana y alejada de la población, hacia la ermita de la Encarnación y la salida Oeste del pueblo actual.
Aquí podéis ver su interior junto con las demás ermitas de nuestro pueblo. La ermita de Los Santos Mártires" aparece al final de la grabación.
Hablamos de la leyenda del martirio de San Críspulo (presbítero) y san Restituto (diácono), sobrino y tío. -también se cuanta que ambos trabajarían precisamente como canteros en la cantera que forma el enorme montículo de la calle Blancaflor con toda la morería hasta la calle cuevas y forma precisamente todas las cuevas y columbarios, incluido este.
Eran dos mozárabes de la comunidad que vivía en Peñaflor en tiempo andalusí, y como en una yihad, pero a la inversa, se abrazaron como muchos otros a un martirio voluntario en busca de la salvación divina.
Le leyenda de la flor blanca cuenta que del martirio de no de ellos, al ser degollado, una gota de su sangre cayó sobre una peña y cada mañana nacía de ella una flor blanca que, por mucho que empeñaban en contar, siempre volvía a rebrotar (una alegoría de la victoria espiritual cristiana frente al hereje y la muerte y resurrección) de ahí también el nombre de la calle.
Además de esta leyenda de esta ermita parte la leyenda de los pasadizos subterráneos que unirían los bajos de esta ermita con la cloaca de la antigua Celti Romana y de estas subiría hasta el yacimiento por la calle San Pedro hasta la ermita de la Encarnación.
Aunque fuese una leyenda simplemente, cuadraría con la comunidad mozárabe que se mantuvo en las inmediaciones del yacimiento mientras se habitaba de andalusíes el interior del castillo (lo que hoy es el barrio de la Morería) y con la utilización de la Ermita de la Encarnación como iglesia mozárabe en este lugar, manteniéndose desde tiempo romano y visigodo.
Fachada de la ermita de los Santos Mártires con su característico color ocre y su espadaña.
Planta de la Ermita de los
Santos Mártires: 1.- Acceso situado bajo el altar. 2.-Acceso actual del habitáculo labrado en piedra. 3.- habitación rupestre. 4. Antesala barroca.
La primera habitación es cuadrangular y presenta una bóveda apoyada sobre pechinas que arrancan de cada una de las cuatro esquinas, similares a las existentes en la sacristía de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol y en el edificio del Ayuntamiento Viejo o actual Casa de la Cultura, por lo que se deduce se construyó en la segunda mitad del siglo XVIII, tras el terremoto de Lisboa en 1755 y bajo la influencia de los maestros alarifes ecijanos que trabajan en este tiempo en las obras de reconstrucción de la Iglesia Parroquial.
La segunda habitación es la más interesante, pues conserva el mismo aspecto desde su construcción, además de ser este el lugar donde la tradición sitúa el martirio de los Santos Críspulo y Restituto. Es cuadrangular, de 2 metros 10 centímetros de ancha por 2 metros 30 centímetros de larga, con orientación norte-sur. El techo es plano, lo que denota gran antigüedad, o que los alarifes que la realizaron no eran muy diestros en arquitectura. En la pared sur del edificio se encuentra un acceso con dirección sur y una bajada en escalones a un túnel subterráneo que comunica a través de galerías en conexión con los pozos de agua. Estos estarían en línea con la cloaca de apariencia romana de la Calle San Pedro (actualmente tapiada entre otras cosas por la bóveda del arroyo de las Moreras). (En López Muñoz, J.F. La calle San Pedro de Peñaflor, en Rev, Almanara, nº 13, Perñaflor 2001, págs. 3-5.)
Las características constructivas responden al esquema general de
las construcciones mozárabes. En particular, esta Ermita posee
similitud de construcción a la ermita de la Virgen de la Cabeza y a la Basílica del barrio de la Oscuridad
de Ronda, aunque de inferior tamaño.

Ermita Virgen de la Cabeza en Ronda.

Ermita de la Oscuridad de Ronda
Nuestro eremitorio debió construirse en tiempos de la dominación musulmana, antes de
que el Emir Mohammed I prohibiese a los cristianos la construcción
de nuevas iglesias (852).
Hipotéticamente, la fecha de construcción de esta Iglesia rupestre
estaría entre los años 800 y 850. Esta fecha haría de la Ermita de
los Santos Mártires el centro de culto religioso más antiguo de
Peñaflor, y uno de los más antiguos de la provincia de Sevilla que
aún perdura con culto.
1. Perspectiva de fachada de la ermita en la empinada calle Blancaflor. 2. Interior de la segunda cámara de la ermita donde está el pequeño altar y bajo éste la supuesta entrada a los túneles, cubierta con una gran piedra. 3. Procesión de los Santos Patrones S. Críspulo y Restituto el 10 de junio. Fotos de la web turismoyculturapenaflor.com
Detalle de la pintura del interior de la espadaña de la ermita. Esta flor de origen visigodo ha aparecido en muchas piezas arqueológicas de aquella época.
Antiguo foto del pequeño altar del interior de la ermita. Véase la pintura alegórica del martirio de ambos Santos Patrones.
Azulejo alegórico de los Santos Mártires. Véase la señal del degüello de San Restituto que da inicio a la leyenda milagrosa.
Su festividad se celebra con una verbena el 10 de junio y se viene realizando su culto desde la encomendación a estos, como patronos protectores, en periodo de peste como la del siglo XVII.
La verbena empieza al atardecer y continúa por la noche cálida y con olor a azahar del 10 de junio en Peñaflor con gran afluencia del barrio y fuera de éste, en pleno casco antiguo.
El hecho de la existencia del túnel respondería a la celebración clandestina de misas mozárabes en periodo musulmán represivo, así como vía de escape hacia la zona exterior cristiana y alejada de la población, hacia la ermita de la Encarnación y la salida Oeste del pueblo actual.
Aquí podéis ver su interior junto con las demás ermitas de nuestro pueblo. La ermita de Los Santos Mártires" aparece al final de la grabación.
Momentos de la celebración de 2024 del día de los Santos Mártires, el viernes 14 de junio, con un concierto de música Sefardí, entre otros actos.
Programa de los actos 2024
domingo, 3 de mayo de 2020
Compartir momentos con ellas en el día de la Madre
Seguro que hoy echáis la vista atrás por un instante (aunque siempre la tengáis en mente), para recordar aquel momento en que simplemente estabais a su lado y la mirabais. Sin decir nada, admirabais cada uno de sus detalles, como queriendo grabarlos a fuego para siempre, igual que cuando un bebé intenta fijar los rasgos de quien es lo más importante para él desde el nacimiento.
Y esos momentos se producen así, sin más, cuando compartisteis un instante de risas, o en algún lugar especial para los dos, o cuando hicisteis juntos aquella comida tan especial...
Ellas que con tanto mimo hacen cada cosa para los suyos, tejiendo unos patucos o una bufanda, el pastel que le gusta a su nieto el menor... Fijaos que en esos minúsculos gestos está el amor más puro: Aún recuerdo a mi abuela Balbina "expurgando" las lentejas sobre el "hule", para que no quedara ningún chinillo antes de hacer el guiso, a pesar de que hacía años que se compraban envasadas.
Hoy, para homenajear a ella, la madre que os parió e incluso, en algunos casos, aunque sea aquella que os crió, he querido ofreceros estas joyas que a su vez me brindó a mí Conchi Osuna, la hija de Concha y Dionisio, los del famoso bar...
Estas fotos, siendo de ella, he querido que os represente a todas, madres:
Y esos momentos se producen así, sin más, cuando compartisteis un instante de risas, o en algún lugar especial para los dos, o cuando hicisteis juntos aquella comida tan especial...
Ellas que con tanto mimo hacen cada cosa para los suyos, tejiendo unos patucos o una bufanda, el pastel que le gusta a su nieto el menor... Fijaos que en esos minúsculos gestos está el amor más puro: Aún recuerdo a mi abuela Balbina "expurgando" las lentejas sobre el "hule", para que no quedara ningún chinillo antes de hacer el guiso, a pesar de que hacía años que se compraban envasadas.
Hoy, para homenajear a ella, la madre que os parió e incluso, en algunos casos, aunque sea aquella que os crió, he querido ofreceros estas joyas que a su vez me brindó a mí Conchi Osuna, la hija de Concha y Dionisio, los del famoso bar...
Estas fotos, siendo de ella, he querido que os represente a todas, madres:
En esta entrañable y genuina foto del Bar de Concha y Dionisio están limpiando sus renombrados peces (barbos, carpas y bogas) que traían los pescadores del río.
El señor es el padre de María "La Curra" y las mujeres son de derecha a izquierda: Su tía Pepa (hermana de su madre), Concha (su madre), su abuela y ella Conchi Osuna, con el cuchillo en la mano sobre la madera limpiando el pescado.
Muchos de esos peces los traía Jesús "El Casco" y otro hombre que le decían "El Finfla".
Aquí tres grandes mujeres y madres: Trinidad Buenafuente, Concha García (su madre) y Conchi Osuna, limpiando los peces que tan famosos eran en el pueblo. El adobo y frito del bar de Concha era un manjar y muy apreciados por la cuadrilla de mineros que bajaba desde la preciosa a comer para volver luego al tajo.
Otro momento bastante entrañable y tradicional es en el que se hacen los dulces y las galletas navideñas. Antiguamente, a parte de momentos inolvidables eran naturales pues no había la abundancia de productos de dulces navideños que hay hoy en día.
En la foto están: Conchi osuna con el papel de horno cargado de pastas recién formadas, su hermano Antonio, María Colomé, Trinidad Buenafuente y Concha García sacando la forma de las pastas.
Otro día haciendo tortas por Navidad. mirad el árbol adornado al fondo. En esta foto están: El niño Ricardo Toribio junto a su madre, María Colomé, Concha García y su marido Dionisio Osuna (ambos dueños del famoso bar) y Trinidad Buenafuente.
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