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sábado, 29 de septiembre de 2012

Personajes de Peñaflor: Carlos Sierra López

Dada la época que nos toca ahora, la figura de un empresario como Carlos Sierra nos dará una visión de su ahínco pese a la adversidad, y sus ganas de evolucionar y emprender sin dejar de lado unos ideales, que ahora más que nunca necesitan de la autenticidad.
Nacido un 9 de febrero de 1897, nuestro personaje homenajeado  es siempre un incansable emprendedor a la par que un hombre de claros ideales y su primer próspero negocio es la fábrica de conservas Sierra, donde se envasan espárragos, tomates, peras… y también se compran y venden patatas, arroces y alubias, además de combustibles minerales, carbón y picón.


Su fábrica se encontraba donde hoy está la carpintería de Sebastián Osuna, donde varias máquinas traídas de Logroño manufacturaban los espárragos y demás productos de la zona y los transportaba desde allí con su propio camión al volante de Manolo el del huerto por toda España.
Para el arroz, patatas y demás  tenía un almacén en lo que hoy es el Chalet de la carretera de Palma del Río de la familia Pérez Fernández.
Sus trabajadores, entre los que también se encontraba  su mujer, Ana y su pariente Pascual Sierra, trabajaban en turnos de 8 horas, estando asegurados y cobrando por semana con jornales de 5 pesetas (una superior al resto).

Además necesitaba de varios camiones  y multitud de representantes de sus productos por toda España.
Siguiendo sus ideales, se afilió al partido socialista, donde ejerció primero como uno de los tres concejales del partido en la corporación municipal y luego como alcalde, pudiendo ejercer solo 15 días desde su toma de posesión  el 20 de febrero de 1936, por el estallido de la guerra civil en Peñaflor. Solo un día después de su llegada ocurriría los fatídicos hechos en los que la iglesia de San Pedro sería saqueada y quemada la imagen de la Virgen de Villadiego junto a otras. Momentos especialmente difíciles que a pesar de intentar sofocar, debe renunciar y exiliarse en agosto, por su afiliación política, pasando por Albacete para llegar a Francia.
Allí comienza desde cero, aprendiendo el idioma y  trabajando en un comercio y como representante de joyería hasta que otro duro golpe, la II Guerra Mundial barre de nuevo sus ambiciones con la entrada de Hitler en Francia.



Sus últimos años los pasa en Francia junto a una de sus hijas Ana y en 1977 regresa por fin a España, a Constantina, con su otra hija Sole, hasta su pérdida al año siguiente con 81 años.







Todo un ejemplo de continua superación de este peñaflorense de pro que nos dejó además de sus ganas algunas iniciativas a tener en cuenta, como en este documento que firma Carlos Sierra junto a otros dos concejales de su partido en 1931 Francisco Muñoz y Rafael Franco, por el que se compromete a subsanar una tremenda necesidad e injusticia social de nuestro pueblo.

(Información facilitada por Mari Carmen Góngora Sierra o Marie Ponce, su nieta desde Francia, a la que estoy muy agradecido, Moisés Ruiz, y el artículo de M. Dolores Ruibérriz y Carlos Jurado de la Revista Almenara Nº 2)

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